(18 de diciembre del 2023. El Venezolano).- Tras las acciones tan exitosas y decisivas logradas en las batallas de Pantano de Vargas y Boyacá durante julio y agosto de 1819 respectivamente, se consumó la emancipación de Nueva Granada, así como Carabobo en Venezuela; victorias hijas no solo del conjunto de preceptos y conocimientos del arte militar, sino además de varias aptitudes como el golpe vista rápido y seguro; dominio de la decisión.
Por Isaías A. Márquez Díaz
Esdecir, de la facultad para decidir oportunamente, con una buena dosis de audacia; valor personal y don de mando. |En efecto, el 17/12/1819 el segundo Congreso Constiuyente de Venezuela reunido en Angostura decreta, a instancias del Libertador Simón Bolívar, la Ley Fundamental de la República de Colombia; documento jurídico-político por el cual se crea la histórica y polémica Gran Colombia. Proyecto político que, también por Miranda, mantuvo unidas al antiguo territorio del virreinato de Nueva Granada, conformado ahora, por unas cuatro naciones latinoamericanas, que representó el esfuerzo máximo del Libertador por crear una gran nación, así como una identidad común en el marco de los procesos independentistas del siglo XIX.
Se trata de un documento que debe considerarse a la luz de una visión geoestratégica y geopolítica tanto del Libertador como de Miranda, en garantía de libertad absoluta e incuestionable para América del Sur. Irónicamente, cerca de una década más tarde, el movimiento de La Cosiata”, forjado desde 1826, a cargo del general José A. Páez dio al traste con el idel de Bolívar al no conciliarse la postura de los federalistas y centralistas; época de caos que culminó con la disolución de la Gran Colombia y el deceso del Libertador en 1830. Libres los pueblos, luego de la derrota absoluta de los españoles en Ayacucho, buscaron autodeterminarse. Pero, apoyándose en los militares de prestigio mayor surgidos de los combates libertadores.
Santander en Bogotá, Juan José Flores en Quito y Páez en Caracas, quienes tenían más aptitudes para jefes que de subalternos, sirvieron de centros desintegradores de la unidad política creada por las necesidades de la guerra, que forjó el Libertador. Simplemente, se hicieron fuerzas afines para la integración de las naciones actuales, que reclamaban la pujanza y el ideal emancipador que patentizó Bolívar hasta un poco más allá de Ayacucho.
(*) Exsecretario de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, Caracas