(08 de junio del 2021. El Venezolano).- El próximo 12 de junio se cumple un año de la detención arbitraria e ilegal de Alex Saab de la que fue objeto en un viaje oficial a Irán para gestionar la compra de comida para el sistema de alimentación CLAP que adelanta el gobierno de ese país. En esa oportunidad, Saab viajaba como enviado especial de la administración suramericana y con pasaporte diplomático; por lo que su captura, desde el comienzo y a todas luces, desde el comienzo fue una arbitrariedad.
En medio del bloqueo económico de Estados Unidos a Venezuela, el enviado especial estaba haciendo una gira para gestionar la adquisición de bienes de consumo de primera necesidad para el país y había logrado exitosamente articular una cadena comercial de diferentes naciones que no siguen la línea norteamericana, por lo que no participan en el mencionado bloqueo económico. Según uno de sus abogado y una de las cabezas más visibles de su defensa, Baltasar Garzón, “su misión internacional fue un éxito y Venezuela logró canales alternativos de comercio con varios países de la comunidad internacional, lo que supuso un fracaso para el mencionado bloqueo sancionador de Estados Unidos. Alex Saab jugó un papel determinante en la esfera diplomática, evitando el colapso económico del país, como pronosticaba Estados Unidos. Y la respuesta no se hizo esperar”.
Un año tras las rejas
Justamente, cuando la mirada del mundo estaba volteada hacia la pandemia del COVID-19, Alex Saab fue detenido fue detenido por los Estados Unidos en África. Según Garzón, su captura fue “un atentado sin precedentes a las normas más elementales de Derecho internacional”. “En su viaje a Irán, su avión se vio forzado a aterrizar en Cabo Verde para hacer escala, después de que varios países le negaran esa posibilidad, evidentemente, respondiendo a un plan milimétricamente diseñado para que Alex Saab terminara en la pequeña isla africana. Inmediatamente que piso tierra caboverdiana, fue detenido a petición de Estados Unidos, comenzando un proceso de extradición que todavía persiste en la actualidad. No hay duda de que este secuestro ordenado por Estados Unidos es 100 % político”, asevera el abogado.
Como se recordará, desde entonces, este caso ha pasado por una larga cadena de arbitrariedades y de lagunas legales, tal como lo ha puesto de manifiesto la defensa. Por ejemplo, apunta Garzón, “Cabo Verde no reconoció las inmunidades y la inviolabilidad que lo asistían como agente diplomático, en tránsito hacia Irán, en el marco de una estratégica misión comercial y en el momento de su detención no existía ninguna Alerta Roja tramitada a INTERPOL que fue introducida posteriormente, en un intento de justificar jurídicamente el atropello que se estaba cometiendo contra el agente diplomático”.
Proceso de Extradición en curso
Tras la detención de Alex Saab comenzó su proceso de extradición hacia los Estados Unidos. Sin embargo, entre Cabo Verde y Norteamérica no existe un acuerdo bilateral para tales fines. Alex Saab estaba acusado de 8 cargos en la solicitud de extradición remitida por Estados Unidos, aunque a lo largo del proceso ha renunciado a 7 de esos 8 cargos, tras irlos desmontando uno a uno por la defensa del diplomático.
Como recuerda Garzón, los primeros meses mientras se decidía la extradición, Saab fue encerrado en una prisión caboverdiana en durísimas condiciones, en una celda de 2 m por 2 m y sin acceso ni a sus medicamentos ni a la debida atención médica requerida por su padecimiento de cáncer de estómago. Ante esto y como dice el abogado, su equipo de defensa presentó acciones judiciales internacionales, en concreto, medidas cautelares y demandas ante el Tribunal de la Comunidad Económica de Estados de Africana Occidente (CEDEAO/ECOWAS). El tribunal africano indicó a Cabo Verde que Alex Saab debía salir de prisión y quedar en régimen domiciliario, que no podía ser extraditado a Estados Unidos, que su detención había sido arbitraria e ilegal y que Cabo Verde debía ponerlo en libertad.
Sin embargo, dice Baltasar Garzón, “la decisión no fue respetada por los órganos internos de Cabo Verde. Mucho menos fue respetada por Estados Unidos, quien en forma respetuosa con los organismos internacionales debió haber retirado su solicitud de extradición”.
Actualmente Alex Saab se encuentra sometido a un arresto domiciliario extremo, fuertemente custodiado y con una práctica incomunicación que dificulta incluso su defensa. La última instancia de Cabo Verde, el Tribunal Constitucional, debe pronunciarse. Será la última oportunidad de la jurisdicción caboverdiana para demostrar al resto de la comunidad internacional que el país es respetuoso con el Derecho internacional y con los organismos internacionales de protección de derechos humanos. Pero, sobre todo, “será una oportunidad inmejorable para que Cabo Verde demuestre al mundo que la sumisión y la subyugación colonial terminó en África, y que ninguna superpotencia como Estados Unidos puede pisotear el Estado de derecho en el continente africano para sus intereses políticos. Es una lucha desigual, pero la justicia esta de parte de Alex Saab y la arbitrariedad de parte de quienes le persiguen. Esperemos que la primera se imponga sobre la segunda”, cierra su abogado de la defensa.