(20 de enero del 2022. El Venezolano).- “Sólo los fanáticos suponen que el principal designio de la educación democrática es crear esclavos satisfechos.” Fernando Savater.
Por Neuro Villalobos
Para que tengamos una idea de lo aterrador del significado de la destrucción del país por parte del régimen dictatorial de Hugo Chávez, Nicolás Maduro y compañía, tomemos como referencia estas dos noticias publicadas recientemente, el mismo día 17-01-2022. Dice la Rectora de la Universidad de Carabobo, Jessy Divo, que cerca del 40% de profesores abandonaron las universidades, y la Federación Venezolana de Maestros manifiestan que casi la mitad de los maestros han abandonado la profesión por otros oficios que les generen más ingresos.
Es que no solo es la destrucción material de las instituciones educativas del país en el presente, ni la distorsión de nuestra historia, del pasado, sino la afectación de nuestro futuro a través de la fuga incesante del talento, el abandono de la educación y la persecución de nuestros profesores. El proceso educativo requerirá de todo nuestro esfuerzo para rediseñarlo y reconstruirlo desde el comienzo hasta la educación superior, en un aprendizaje para toda la vida. Siempre se ha dicho que los tiranos buscan idiotizar a los pueblos, sumergirlos en la ignorancia, hacerlos sumisos a una propaganda dogmática y al culto de semidioses analfabetas y audaces creados por ellos.
Los voceros del régimen, con Chávez a la cabeza, siguiendo el diseño del comunismo cubano, han intentado mezclar las escrituras celestiales con los afanes materialistas y con los ideales de nuestros libertadores. Es obvio que la destrucción económica del país, la degradación de la política y el mensaje alienante a todos los niveles facilita el éxodo de los educadores impulsados por sus inaceptables condiciones de vida.
Es una nueva forma despiadada de penetración cultural, lo que la iglesia cristiana advierte como una especie de “deconstruccionismo”, una nueva forma de colonización cultural ya que los “pueblos que enajenan su tradición y por manía imitativa, violencia impositiva, imperdonable negligencia o apatía, toleran que se les arrebate el alma, pierden junto con su fisonomía espiritual, su consistencia moral y, finalmente, su independencia ideológica, económica y política.”Sin duda, es un modo eficaz de licuar la conciencia histórica, el pensamiento crítico, la lucha por la justicia y los caminos de integración con libertad.
Afortunadamente el día 18 de enero de este año, surge la información que recoge la “Declaración de principios interamericanos sobre libertad académica y autonomía universitaria”, adoptada el 9 de diciembre del año 2021 por la Comisión de Derechos Humanos (CIDH). A este documento se le ha dado poca difusión. Es un instrumento valioso de soporte para la lucha permanente de las instituciones de educación superior frente a los regímenes autoritarios. Es un gran aliento y un gran paso del Derecho Internacional, y aunque está en el papel, toca a todos los que creemos en la democracia y la libertad, darle difusión, defenderlo y velar por su incorporación en el sistema jurídico de nuestros países, sobre todo ahora que el régimen se propone una nueva reforma a la Ley que rige esta materia.
Las Universidades venezolanas que en buena hora han recibido reconocimiento internacional que acrecienta su prestigio como la UCV, LUZ, Los Andes, UCAB y la Simón Bolívar, deberían tomar como bandera el documento aludido y recién aprobado para solicitar su incorporación en nuestros textos legales a nivel nacional. A ellas deben unirse todas las universidades de América en un gran frente continental. Un frente en contra de la penetración cultural.