(13 de junio del 2024. El Venezolano).- Para quienes disfrutamos de una enseñanza inigualable al compararse con la de hoy día, cuando no disponíamos de la tecnología informática (década 1950),y la otrora Venezuela no estaba aún, a manos de peculados o forajidos de una envergadura tan impúdica y exclusiva como la de esta caterva de seudopolíticos que conforman y lideran el socialismo del siglo XXI, nos sugiere inadmisible e inaudito sobremodo, el hecho tan tétrico y hasta miserable sobre el año escolar, que culmina “con niños sin competencias, aptitudes o destrezas y casi un 80 por ciento de huida docente”; de lo cual podría derivarse que somos miopes en relación alguna previsión país, tal y como deberíamos plantearnos ante una proyección mundial cualitativa.
Por Isaías Márquez
Pero, ante tanta oquedad oficialista por sus actitudes tan retrógradas, con o sin una hipotética “guerra económica, bulo por una huida hacia adelante, que el régimen aduce para justificar su inepcia administrativa, tan evidente y execrable, en una Venezuela fastidiada de una clase política insostenible por lo sanguijuela de sus adláteres, cuya aspiración óptima es la del poder por el poder en la detentación del mismo y su ataraxia manifiesta en presencia de una nación desmoronada institucionalmente; y que, no obstante, busca una solución aparente mediante un cambio político indetenible porque nuestra problemática se asienta sobre políticas contradictorias con nuestra idiosincrasia como pueblo libre, a intentarse el 28/7, Dios mediante, cuando la noche de ese día cunda por todas las redes y medios la frase: “¡se fue Maduro!, con la escucha del himno nacional de inmediato y nos dispongamos, bajo un jolgorio a retomar los hilos de nuestra institucionalidad. Sería análogo a la segunda independencia de Venezuela.