(09 de enero del 2023. El Venezolano).- En una escena de violencia sin precedentes, un grupo de encapuchados armados irrumpió en las instalaciones del canal TC Televisión en Guayaquil, provincia de Guayas, este martes por la tarde, durante una transmisión en vivo.
Durante la incursión, se observó en las pantallas la retención del personal del medio de comunicación, quienes fueron amenazados con armas de fuego. El periodista José Luis Calderón fue apuntado con un arma en la cabeza y posteriormente le colocaron un taco de dinamita en un bolsillo, mientras pedía de rodillas que no le hicieran daño.
La Policía Nacional informó que unidades especializadas están desplegadas en el lugar para abordar la emergencia, y se desconoce si hay personas heridas o fallecidas. Decenas de periodistas y camarógrafos solicitaron ayuda a través de chats grupales en la Policía Nacional y el servicio integrado de seguridad ECU 911.
En respuesta a estos eventos, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, emitió un decreto reconociendo la existencia de un «conflicto armado interno» en el país, marcando el segundo decreto en menos de 24 horas. El día anterior, se había decretado el estado de excepción y toque de queda en todo el territorio nacional.
El Gobierno, a través de la Secretaría de Comunicación, informó que unidades especializadas ingresaron al canal TC Televisión para abordar la situación. Durante la transmisión en vivo, se escucharon demandas de los delincuentes pidiendo la retirada de la Policía del lugar, generando un ambiente de caos e incertidumbre en la ciudad de Guayaquil.
Además se informa que la Universidad de Guayaquil fue uno de los lugares tomados por estos grupos criminales, con la intención de secuestrar a miembros de la comunidad educativa para exigir al presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, que cese las hostilidades de su Gobierno contra la delincuencia organizada.
La situación ha generado alarma y consternación entre la población, y las autoridades ecuatorianas se encuentran desplegando unidades especializadas para abordar la emergencia. El presidente, en respuesta a estos eventos, emitió un decreto reconociendo la existencia de un «conflicto armado interno» en el país, marcando una escalada en la respuesta gubernamental ante la creciente violencia en distintas regiones del Ecuador.