(19 de abril del 2021. El Venezolano).- La investigación de Encovi a principios de 2020 estimó que 21,5 % de los hogares en Distrito Capital tienen presencia de adultos mayores de 65 años en adelante. Las cifras de pensionados que deben sobrevivir con 1,8 millones de bolívares es de más de cuatro millones de personas.
Sobre un pedazo de tela, Jesús Orta vende material de plomería, piezas de bicicletas y carros, zapatos de bebé, electrodomésticos, piezas de microondas, candados, entre otras cosas. Todo lo que consiguió en casa que podía servir para la venta lo tiene en su puesto ubicado en la avenida Sucre del municipio Libertador. En dos meses solo ha generado siete dólares.
Jesús y su esposa Mirna son dos adultos mayores pensionados del Ministerio de Educación. Ella como maestra y él como chofer. Hace meses, cuando sus nietos de 3 y 10 años de edad les dijeron que tenían hambre y en casa no había mucho que ofrecerles, Jesús sintió la necesidad de volver a trabajar en busca de mayores ingresos. Además, producto del encierro por la cuarentena, debido a la pandemia por la COVID-19, Jesús quiso buscar algún oficio que lo hiciera salir de casa.
Cuando el ministerio deposita la pensión o cae alguno de los bonos que otorga el gobierno de Nicolás Maduro, en casa de Jesús de inmediato salen a comprar algo de comida, no alcanza para nada más, mucho menos para juntar todo el dinero que necesitan para sacar el Aveo 2005 de su esposa del taller mecánico donde quedó atrapado por falta de dinero para los repuestos.
Estoy pensando en venderlo por piezas. Anteriormente, ese carro me servía como taxi”, dijo Jesús.
En un apartamento de la parroquia 23 de Enero vive Jesús junto con Mirna y su hija menor, de 29 años, quien es madre soltera de dos pequeños. “Ella no hace nada. Mi esposa hace años intentó ponerla a estudiar enfermería pero no le gustó. Ahora lo que hace es acompañar a algunos familiares a echar gasolina y ellos le dan dos o tres dólares”, contó Jesús.
Los otros dos hijos del primer matrimonio de Jesús viven cada uno con sus propias familias. Su hijo mayor trabaja y su otra hija no lo hace “porque a su esposo no le gusta, —contó Jesús—, ellos a veces me mandan algo. Por lo menos mi hijo a veces viene y me compra algo del puesto o me trae algo de comida”.
Jesús y su esposa son personas sanas. No tienen gastos en medicinas. “Mi único problema es que tengo mala memoria, pero de resto, todo bien”, dijo Jesús. Hace días fue a la taquilla del banco a sacar algo de efectivo de la pensión. No sabe bien cuánto pudo cobrar porque no conoce bien los billetes que le dieron. “Solo sé que me dieron tres billetes, pero ni idea la denominación”.
La investigación de Encovi de principios de 2020, estimó que 21,5 % de los hogares en Distrito Capital tienen presencia de adultos mayores. Miriam y Jesús son parte de los más de cuatro millones de pensionados que, según la administración de Maduro, existen en Venezuela. La cifra oficial para 2019 era de 4.535.901. Desde el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez, la elevada cifra de pensionados dentro del sistema de Seguridad Social ha sido considerada un “logro de la revolución”.
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