(14 de junio del 2021. El Venezolano).- El domingo 14 de junio se llevaron a cabo elecciones regionales en Chile donde la alianza de partidos de centroizquierda lograron obtener 10 de las 16 gobernaciones que estaban en disputa incluida la de Santiago, la capital del país.
La fuerza de centroizquierda Unidad Constituyente, conformada por el Partido Socialista (PS), el Demócrata Cristiano (DC) y otros partidos de izquierda tradicional, fue la gran vencedora de la jornada de balotaje a pesar de una participación de menos del 20% de participación del padrón electoral.
De acuerdo a medios de comunicación en Chile, solo el 19,6% de los habilitados para sufragar fueron a las urnas para elegir a los gobernadores. Es decir, unos 2.555.990 votantes de los 13.040.819 ciudadanos inscritos. Eso es menos de la mitad del 42% que se expresó en las elecciones que se llevaron a cabo a mediados de mayo.
«Quiero convocar a las personas que no votaron por nosotros para que se sumen a nuestro proyecto, un proyecto de justicia urbana y territorial para la región entera», aclamó el demócrata cristiano Claudio Orrego, el nuevo gobernador de la capital que se impuso por solo un 52,7 % a Karina Oliva, del Frente Amplio (FA).
Desde que el voto dejó de ser obligatorio en 2012, ninguna elección ha superado el 50% de participación, a excepción del plebiscito de octubre de 2020, cuando sufragó el 50,9%.
La derecha oficialista que se presentaba por el bloque Chile Vamos fue la gran perdedora: solo logró imponerse en una región, la de la Araucanía, en el centro del país, conocida por ser una zona de conflicto entre las autoridades y los pueblos indígenas.
«Es evidente que en Chile se quiere un cambio profundo en su conducción y la votación representa el fracaso del actual Gobierno (derecha)», dijo Carmen Frei, presidenta de la Democracia Cristiana.
Las elecciones en segunda vuelta que se llevaron a cabo en la nación austral, si bien son un paso para la descentralización del país porque fueron elegidos los gobernadores de forma directa, representan un eco de lo expresado desde hace más de un año en ese país por las protestas antigubernamentales y la decisión de los chilenos de modificar la Constitución por una que incluya más reformas sociales.
De igual forma, esboza el tramo final de lo que serán las elecciones presidenciales y definir quién será el sustituto de Sebastián Piñera al frente de Chile.
Con información de La Estrella de Panamá / La Tercera / EMOL / BBC