En Venezuela, la historia no se escribe con fechas vacías, sino con actos de valentía que marcan un antes y un después en la lucha por la libertad. El 28 de julio de 2024 es, sin lugar a dudas, una de esas fechas imborrables.
Ese día, el régimen de Nicolás Maduro fue expuesto ante el mundo con pruebas concretas de un fraude electoral, gracias a una estrategia política impecable liderada por María Corina Machado.
Por primera vez en nuestra historia contemporánea, una líder opositora no solo logró articular una movilización masiva en torno a un candidato unitario —Edmundo González— sino que lo hizo con actas, cifras y participación contundente. No se trató de una simple denuncia más. Fue la demostración técnica, social y política de una usurpación de poder.
Ese hito no solo fracturó aún más la legitimidad de Maduro dentro y fuera del país, sino que dejó en evidencia a una estructura electoral —el CNE— que no tiene la más mínima credibilidad para organizar ningún proceso comicial en Venezuela.
Y es justamente esa herida de legitimidad la que el régimen busca tapar, maquillar y enterrar con la elección del 27 de julio de 2025, una estrategia mediática, propagandística y desesperada para borrar la memoria del pueblo y del mundo sobre el fraude que cometieron un año atrás.
PROCESO DE SIMULACIÓN ORQUESTADO
La intención es clara: legitimar lo ilegítimo, haciendo ver que hay una “normalidad democrática” en el país cuando en realidad lo que existe es un proceso de simulación orquestado con la complicidad de partidos falsamente opositores, comprados y subordinados al poder. «La elección municipal» de este 27 de julio no fue más que un montaje, un intento de pasar la página a través del silencio, la propaganda y la compra de conciencias.
Pero lo más indignante de este nuevo episodio es la participación de ciertos artistas y figuras públicas que se prestaron para legitimar con su imagen un proceso viciado desde su raíz. Al apoyar esta farsa electoral, se convierten en cómplices del olvido y traidores de la voluntad del pueblo que se expresó masivamente el 28 de julio de 2024.
Desde la Resistencia Venezolana, organización que tengo el honor de fundar y liderar, queremos dejar en claro que cualquier elección celebrada bajo las mismas condiciones de opresión, sin un nuevo CNE, sin garantías, sin depuración del sistema y sin restitución de derechos, carece de legitimidad, credibilidad y valor histórico alguno.
Reconocemos la valentía, astucia y visión estratégica de María Corina Machado al lograr exponer de forma irrefutable el fraude electoral, y aunque creemos que la salida de este régimen será inevitablemente por la fuerza, también valoramos cada paso inteligente que debilita la estructura de Maduro desde dentro y fuera del país.
Hoy más que nunca, el pueblo venezolano tiene claridad: quien respalda las elecciones del 27 de julio está del lado del régimen, está avalando el fraude y está traicionando la esperanza que el país depositó en la elección real del 28 de julio del año pasado.
La historia no perdona, y Venezuela tampoco. El 28 de julio será recordado como el día en que el régimen fue desenmascarado y la lucha por la libertad tomó un nuevo impulso.
A todos los que participaron en esta farsa: Artistas, organizadores, políticos tarifados, “observadores” y empresas aliadas…
— Gustavo Lainette (@GustavoLainette) July 28, 2025
Ya empezamos a armar expedientes por complicidad con una narcodictadura.
Serán incluidos como colaboracionistas del régimen.
Esto no termina aquí.