(13 de febrero del 2024. El Venezolano).- Eventos recientes en varios escenarios ilustraron el estatus de Miami como la capital de Latinoamérica, por lo menos en lo deportivo. Pero los éxitos y logros no opacan problemas fundamentales estructurales.
Por Keyvan Antonio Heydari
La Serie del Caribe de béisbol, un certamen que comenzó en 1949 – antes de las revoluciones de Cuba, Nicaragua o Venezuela – culminó en Miami el 9 de febrero con una respuesta masiva de varias comunidades trasplantadas y con hambre de expresar su identidad. El título ganado por los Tiburones de La Guaira y el clima de fiesta mostraron grandes contrastes en la actualidad de los venezolanos.
Los boletos más baratos para la final entre los Tigres de Licey (Rep. Dom.) y los Tiburones de la Guaira (Ven.) costaban $111 dólares. Críticos mencionan que la Serie del Caribe fue un escaparate para que caudales salidos de Venezuela hasta Florida hicieran fiesta cuando otros están ganándose la vida con Uber y «echándole pichón» en este país.
En la transmisión televisiva, un fanatico presumió que había llegado directamente en avión desde Venezuela a ver la final. Otros tomaban whiskey sentado detrás del home plate.
Pasando al deporte rey, pero siempre bajo el tema económico, tras una gira internacional, el Inter Miami C.F. iniciará pronto su temporada de liga MLS después de un amistoso el 15 de febrero ante Newell’s Old Boys de Argentina para luego entrar en los compromisos oficiales de la Major League Soccer.
Inter Miami le ha hecho un equipo a la medida y en torno a Messi y ha apostado por minar su fama extraordinaria. A verlo llegaron artistas como Marc Anthony y deportistas como Lebron y Serena.
A pesar de las figuras contratadas para la nueva temporada (por ejemplo, el uruguayo Luis Suárez), el atractivo de la gira de 20 días era la desmedida demanda para ver a Messi, más que al Inter Miami. La pretemporada resultó ser un autogol para Inter Miami. Hay resaca con la gira y con el equipo.
El Inter Miami quiere establecer su marca a nivel mundial y vender camisetas y patrocinios. El club es bastante nuevo; empezó a jugar en el 2020.
La gira comenzó en El Salvador, donde Nayib Bukele pudo brindar un poco de circo a su azotado pero resurgente pueblo con un empate sin goles. Luego una derrota en Dallas. En Arabia Saudita, Miami perdió ambos partidos, y el esperado reencuentro en cancha de Messi con Cristiano Ronaldo no se dio, pero Al Nassr (sin Cristiano) goleó 6-0 al Inter Miami (sin Messi). en Hong Kong, sin Messi vencieron a un combinado local.
Cerraron con un empate en Tokio. Hay secuelas: En Hong Kong los promotores decidieron reembolsar la mitad de los $639 que costaban los boletos. Además, dos partidos amistosos de Selección Argentina fueron cancelados por organizadores chinos.
Messi se lesionó y dosificó sus minutos, mostrando que a los 36 años no podrá estar de solista o protagonista en todos los escenarios. El goleador argentino es a la vez un inmortal y mortal, y la carga de compromisos le empieza a afectar. Además, otros jugadores se resintieron físicamente, lo que puede torpedear los objetivos del Inter Miami.
En tierras estadounidenses…la transmisión del Super Bowl y sus comerciales consagraron a Lionel Messi como tema actual en la cultura de Estados Unidos. Con dos publicidades televisivas – que cuestan $7.5 millones por 30 segundos al aire – alusivas al futbolista argentino. En un comercial para una marca de cerveza, Messi armó un partido de fútbol en la playa, y Dan Marino (ex de los Dolphins de football americano y antiguo ídolo en Miami) participa en la escena.
En la máxima manifestación de la cultura deportiva norteamericana y la fama, Messi subió al Olimpo de figuras mediáticas donde le acompañan gente como Beyoncé, Arnold Schwarzenegger, Jennifer López, Ben Affleck, Matt Damon y Scarlett Johansson.
Volviendo al tema de la plata, en Broward, la euforia con el show del argentino, meses antes coronado campeón mundial, motivó a turistas y peregrinos llegados del mundo entero, y superó cualquier promoción de turismo.
Para explotar el momento mágico de Messi, un golazo, o un toque mágico (y una copa ganada en 2023) sirve para ilusionarse otra vez. Pero, como una fruta deseada, con fecha de caducidad. Imagínese, un futuro de un equipo en reconstrucción, con Messi fuera de contrato, (y la banda Barça – Busquets, Alba, Suarez y cia. – en veremos) y con un año más de millaje en las piernas.
La final caribeña del béisbol evidenció que Florida es el destino preferido deportivo/cultural de los latinos. Dato importante: a la final asistieron 36,667 al Loan Depot Park, convocando más gente que la final del Clásico Mundial de Béisbol entre Japón y Estados Unidos (36,098 en marzo 2023).
Mirando hacia el futuro deportivo a nivel urbanístico y social, imagínese a Inter Miami jugando en un nuevo estadio/complejo ubicado al lado del aeropuerto con un partido a las 7:30 p.m. (un jueves, por ejemplo), en puro «rush hour/hora pico» y las autopistas al norte y sur del aeropuerto internacional totalmente atascadas. Y con vecinos del barrio sin poder costear boletos para presenciar el partido. A tres millas de distancia, con los Marlins también jugando, a su vez pelota en el Loan Depot Park.
En Miami, una ciudad que no protege sus áreas verdes o promueve un transporte público efectivo, entonces, no habrá solución o publicidad que resuelva ese tipo de problemas.
Keyvan Antonio Heydari es un reportero y documentalista con más de 25 años de experiencia cubriendo deporte y cultura.