(26 de mayo de 2019. El Venezolano).- Cuatro niños muertos en menos de un mes. Una dolorosa cifra que se pudo haber evitado tan solo con la realización de cuatro trasplantes de médula ósea. Pero el régimen de Nicolás Maduro se niega a asignar recursos para estos procedimientos médicos, realizables solo fuera de Venezuela.
Este domingo, alrededor de las 6:00 p.m., se apagó la vida de Erick Altuve. Estaba en el área de en terapia intermedia del hospital de niños José Manuel de los Ríos, donde sufrió un paro respiratorio, reseñó Efecto Cocuyo. Tenía un linfoma no Hodgkin y apenas 11 años de vida.
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Erick formaba parte del grupo de 30 niños que se encuentran a la espera de un trasplante de médula. De esa lista, es el cuarto que fallece en lo que va de mayo. El primero fue Giovanni Figuera (6 años), quien falleció el 6 de mayo. Le siguió Robert Redondo (7), el 23 de mayo. Después vino Yeiderbeth Requena(8), quien murió ayer sábado, 25 de mayo.
Según la nota de Efecto Cocuyo, a Erick no solo le hizo falta un trasplante medular, sino también antibióticos. «Los pacientes hematológicos, tras someterse a quimioterapias, tienen sus sistemas inmunológicos deprimidos. Esto hace que sean propensos a contraer infecciones», agrega la publicación.