(24 de abril del 2022. El Venezolano).- Si algo nos queda claro después de más de dos décadas de marramucias de los narcorevolucionarios que secuestraron a Venezuela y la entregaron a la crema y estiércol comunista y terrorista del mundo, es que esa banda de degenerados cree que el mundo entero es pendejo, que basta con uno de sus especímenes más desfachatado diga algo para que inmediatamente se tome como palabra seria.
Por José Gregorio Briceño
Perdimos muchas cosas con este inefable secuestro y venta de nuestra soberanía, entre ellas la credibilidad en todo lo que provenga de la podrida institucionalidad en la que han convertido al estado venezolano. No les importan en absoluto los tratados, acuerdos, estatutos que Venezuela ha firmado y honrado por años, los usan si les conviene, si no, denigran e insultan su contenido.
Al igual que con las instituciones y organizaciones multinacionales, no las aceptan, las agravian pero siguen ahí a ver qué sacan a favor o creen que pueden también comprar a todos los representantes de esas instancias o marearlos con sus retóricas falsas de justicia y paz. La verdad es que están dominados por cubanos, rusos, chinos, guerrillas y terroristas entre otros y quieren dar clases de legalidad, de vergüenza no van a morir.
Pero para los venezolanos que creemos a pesar de los pesares en las instituciones y la justicia, hay sobradas razones de no perder la esperanza y una de ellas es la posición del fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan quien le negó la solicitud a Maduro y a su bufón asesor en esa materia, de detener las investigaciones. Alegan en un escrito que «no hace falta abrir u a investigación..» porque ellos ya están tomando acciones para solventar los temas allí señalados.
Es por demás descarado el narcofiscal interlocutor en su referencia a la Corte Penal Internacional y al fiscal «.. no hace falta que venga un experto, un comisario de una transnacional de justicia para nosotros actuar en el sistema interno. » Han detenido a decenas de policías y militares como chivos expiatorios de los asesinatos cometidos por los cuales la CPI está haciendo la investigación. Paradójicamente le tendieron alfombra roja y vieron con hipócritas «beneplácito» la instalación de una oficina de la Corte en Caracas.
Lo cierto e importante es que en una comunicación a los jueces de la Sala de Asuntos Preliminares I del Tribunal de La Haya, el Fiscal Karim Khan señaló que «se ha tratado de mantener un diálogo significativo con Venezuela, en línea con el principio de complementariedad, durante el examen preliminar y más allá, pero que el gobierno no adjuntó ningún material de respaldo en su solicitud de aplazamiento» y en cambio, se refiere a los nueve informes que había presentado previamente a la fiscalia desde el año 2020. El fiscal insiste en que una evaluación debe hacerse sobre la base de los hechos tal como están actualmente. De hecho agregó que se debe iniciar la interlocución con los familiares de las víctimas lo cual es una estocada adicional a los sobrados narcotramposos.
La evaluación de la complementariedad de la fiscalia no puede ser prospectiva y especulativa, sobre la base de hechos que pueden ocurrir en el futuro.
Las normas del Estatuto de Roma son bien claras y creo, ojalá no me equivoque, que la estrategia del fiscal va bien orientada porque sabe que son unos grandes asesinos sin escrúpulos. Hay que recordar el pasado 3 de noviembre cuando le anunció al propio Maduro en el Palacio de Miraflores sorpresivamente sobre la apertura de la investigación, también hizo que Maduro firmará el Memorándum de entendimiento y hasta le dió un plazo de tres meses que venció el pasado 16 de abril y sólo presentaron un documento inconsistente que no dice nada nuevo. O sea, el Fiscal Karim Khan no se comió el cuento de la imparcialidad del sistema judicial venezolano y sabe que es un depravado sistema que es utilizado para perseguir a los opositores y brindar impunidad a los malandros de la narcotiranía.
Estoy convencido de que el fiscal los montó en la olla con el Memorándum de entendimiento primero creyendo en el fiscalucho del régimen ofreciéndole soluciones ficticias y luego, permitiéndole a la CPI hacer las investigaciones en el territorio venezolano,.
Desde la cárcel del exilio la impaciencia nos gana a veces, el camino para lograr la justicia sigue siendo largo y tedioso pero jamás perdamos la fe en Díos y en que Venezuela renacerá y resplandecerá. Demos fuerzas a las denuncias, todas tendrán repercusiones vinculantes para la salida de los usurpadores del poder en mi patria, lo sostengo sin pausa con lo único que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA
José Gregorio «El Gato» Briceño Torrealba