(01 de febrero del 2022. El Venezolano).- A juicio de Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanalisis, no hay posibilidad de resolver el conflicto político y económico en Venezuela sin entrar en el proceso de negociación, entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana.
«Ahora, la gente y la oposición están más claros de la necesidad de entrar a un proceso de negociación, para desanudar elementos fundamentales que nos permitan resolver problemas en Venezuela«, aseguró en una entrevista a Unión Radio este martes 1de febrero.
León explica que para esto es necesario que las partes involucradas se despojen de privilegios para estimular la colaboración mutua. Determinar qué es lo que cada uno desea obtener facilitará que evalúen hasta qué punto estará dispuesto a ceder, añade.
Por ejemplo, el economista expone que la oposición venezolana exige elecciones libres, mientras que el gobierno de Nicolás Maduro pide el levantamiento de la sanciones y legitimidad internacional. Sin embargo, León aclara que en vista de que no existen suficientes elementos que presionen la actuación del gobierno, este actor siempre cederá menos de lo que se le pide y recibirá menos de lo que busca durante el mecanismo del diálogo.
De otro modo, según afirma el analista, la oposición venezolana tiene poco poder frente al gobierno y, por lo tanto, siempre recibirá por debajo de lo que aspira obtener, pues su oferta no representa un estímulo suficientemente significativo.
Las negociaciones políticas en Venezuela
En octubre de 2021 se suspendió la última ronda de negociación entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana, representada por la oposición mayoritaria, que se realizaba en México.
La extradición a Estados Unidos de Alex Saab, el empresario colombiano señalado como operador financiero del Gobierno venezolano, marcó el final de las conversaciones.
En septiembre, el gobierno de Maduro decidió incorporar a Saab como uno de sus delegados en la negociación, pese al proceso judicial de Estados Unidos en su contra. Esto fue visto por analistas en Venezuela como una «excusa» para pararse de la mesa en cualquier momento, como sucedió para la tercera ronda.
Aunque de estos encuentros surgieron dos acuerdo parciales, que se centraron en la defensa del Esequibo y mecanismos para protección social para los venezolanos, meses antes las delegaciones se habían planteado discutir una agenda de siete puntos.
Estos puntos son: derechos políticos para todos, garantías electorales para todos/ cronograma electoral para elecciones observables, levantamiento de las sanciones y restauración de derecho a activos, respeto al Estado constitucional de derecho, convivencia política y social.
También destacan renuncia a la violencia, reparación de las víctimas, protección de la economía nacional y medidas de protección social al pueblo; así como garantías de implementación, seguimiento y verificación de lo acordado.