(25 de enero del 2022. El Venezolano).- Los sitios donde se venían suministrado anticuerpos monoclonales en Florida fueron cerraron hasta nuevo aviso, después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) revocó el lunes las autorizaciones de emergencia para dos de esos medicamentos contra el COVID-19, anunció el Departamento de Salud del estado.
Según la FDA, los fármacos Regeneron y Eli Lilly ya no deberían usarse para afrontar los síntomas del coronavirus porque es “poco probable” que funcionen contra ómicron, la variante del COVID dominante en Estados Unidos.
En un comunicado de prensa, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien ha sido un fuerte promotor del uso de los tratamientos monoclonales, calificó el cambio como “repentino e imprudente»”, reseñó Diario Las Américas
“Este edicto indefendible saca el tratamiento de las manos de los profesionales médicos y les costará la vida a algunos estadounidenses”, dijo DeSantis.
A lo que añadió: “Hay implicaciones en el mundo real para el autoritarismo médico de Biden: el acceso de los estadounidenses a los tratamientos ahora está sujeto a los caprichos de un presidente fallido”.
El gobierno federal había dejado de distribuir los dos medicamentos a fines de diciembre, pero días más tarde se reanudaron los envíos por quejas de gobernadores republicanos, incluido DeSantis, quien afirmó que los medicamentos siguen ayudando a algunos pacientes con ómicron.
Sin embargo, la FDA afirmó que si los fármacos resultan efectivos contra futuras variantes se podría volver a autorizar su uso.
Hace alrededor de una semana, el gobierno estatal había anunciado la apertura de tres nuevos sitios para la administración de esos medicamentos en el sur de la Florida.
El coctel de anticuerpos comenzó a ofrecerse el pasado martes 18 de enero en Markham Park en Sunrise, el campus norte de Miami Dade College y el West Boynton Regional Center en Lake Worth.
Expertos dijeron que la resistencia de ómicron a los dos principales medicamentos de anticuerpos monoclonales afecta de alguna forma las “armas” que tienen los médicos para afrontar los efectos más fuertes de la enfermedad.
Los galenos cuentan con terapias alternativas para combatir los primeros síntomas de COVID, incluidas dos nuevas píldoras antivirales de Pfizer y Merck, pero ambas escasean, según fuentes hospitalarias.