(17 de abril del 2022. El Venezolano).- Indiscutiblemente cuando hablamos de libertad de expresión, medios de comunicación y represión mediática en comunismo, aparece en mi mente el espantosamente célebre Joseph Gœbbels, militante y ficha de confianza del enajenado mayor del nazismo: Adolf Hitler. Instaurador de una estrategia comunicacional, convertida en política del gobierno nazi la cual se basaba en la antiética premisa: «una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad»; este sicópata, fue ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich y aún en plena caída de esa locura que mató a más de 40 millones de personas, desplazó a 60 millones e hirió al menos a 100 millones más, lograba que amplios sectores del pueblo alemán pensara que la victoria era posible. Tristísimo episodio de la historia del siglo 20.
Escrito por: José Gregorio Briceño
Con algunas lamentables semejanzas, en nuestra historia contemporánea desde principios del siglo 21, cuando por diferentes causas llegó el enajenado del chavismo hoy felizmente difunto, al poder en Venezuela y al cabo de unos años después de enamorar a cientos de miles de venezolanos ofreciendo mejores condiciones de vida para las clases más desposeídas y un proyecto inclusivo, destapó su verdadero talante comunista y arrancó a quebrantar la libertad en todas sus formas. La libertad de expresión, por ejemplo, calcándose aquella premisa del maníaco Gœbbels, repitiendo mentiras, negando actos depravados y evadiendo responsabilidades a diestra y siniestra la narco revolución durante estos 22 años, ha tenido 23 ministros de Propaganda comunista a cual uno peor que el otro, desde aquel ladroncito de Corpoelec Jesse Chacón, pasando por el infame y farsante reportero de la enfermedad y muerte del galáctico, Ernesto Villegas, Delcy Eloina y su sicópata hermano Jorge, son algunos de los artífices de la desinformación y la mentira sostenida en nuestro país.
Cada día avanza este cerco mediático de los narco bandoleros para impedir que el pueblo venezolano esté informado. Eso me hizo recordar cuando yo era un niño, a comienzos de la década del 70 escuchaba a las 12 del mediodía, el noticiero de Radio Maturín llamado noticiero R.M. Y traigo a colación porque el lema o eslogan era: HOMBRE INFORMADO ES HOMBRE AVANZADO, que época tan hermosa de nuestra democracia en donde abundaban y proliferaban todo tipo de medios de comunicación.
Cuando el intergaláctico Hugo Chávez empezó a imponer la hegemonía comunicacional, que no era otra cosa que acabar con la libertad de expresión y con todos los medios de comunicación social independientes que no eran afectos al gobierno. O sea, se convirtió en una política de estado para acabar con todo lo que fuera medios de comunicación de libre opinión como debe ser.
Esa mordaza generalizada, convertida en política de estado como ya referí, comenzó simultáneamente con el ataque y retención de presupuestos de las distintas Universidades Autónomas obviamente como planes diseñados en la Habana, Cuba, para acabar con la academia y los medios de comunicación y así someter fácilmente al pueblo. La censura, las dificultades de conectividad y el acceso al Internet continúan en avance vertiginoso y se han denunciado en los últimos meses más de 60 sitios web que bloqueados en todo el país y entre ellos, 36 son páginas de noticias.
Sin embargo y a pesar de este bloqueo sistemático a la información veraz, tenemos la posibilidad de que cada ciudadano sea un informante y aunque no se difundan en medios tradicionales, las redes sociales han hecho un aporte importantísimo para que el mundo sepa la clase catástrofe que se vive en nuestra patria. Me pregunto desde la cárcel del exilio si al terminar esta pesadilla y a sabiendas de todo el mal que han hecho tendrán la misma salida del malvado Gœbbels quien junto a su esposa, al día siguiente de ver el suicidio de Hitler en el búnker, asesinó a sus 6 hijos y se suicidó junto a su esposa.
Sus patrañas deben tener consecuencias y merecen ser condenados cómo criminales con todo el peso de la ley. A pesar de tanto intento por parte de esa banda de asesinos de tapar el sol con un dedo, estamos los que no cesamos en la denuncia, sin pausa y con lo único que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA.