(12 de enero del 2022. El Venezolano).- En anterior artículo y respecto al tema de la participación en las elecciones regionales y ante la diatriba sobre las líneas de participación y abstención comenté que éstas siendo geométricamente antagónicas, en este caso eran políticamente confluentes y hasta complementarias.
Escrito por Carlos Ramírez López
En primer lugar, en el caso venezolano ambas consignas van en la misma dirección de la lucha contra el monstruoso régimen dictatorial, es decir, tienen un mismo objetivo. Si vamos por las estadísticas del caso Barinas, la abstención ha sido exitosa, contundente, cerca del 80 por ciento del electorado se abstuvo, no participó. Por otra parte, de los que votaron la mayoría lo hizo contra el gobierno a pesar de tantos esfuerzos ilícitos e inmorales que este hizo. En los dos casos el régimen quedó derrotado, ambas líneas paralelas concurrieron, y como consecuencia de ese extraño fenómeno se está expandiendo entusiasmo en nuevos eventos similares, específicamente en un proceso revocatorio. Quienes lo apoyan esgrimen el ejemplo Barinas, quienes lo adversan arguyen que es contradictorio intentar revocar a quien no obtuvo el cargo legalmente sino por usurpación.
En todo sentido, el balance de ese episodio es positivo para la lucha, el régimen no solo es que perdió la gobernación sino que además le quedó abierto el flanco de la ignominia que le resulta de haber tenido que reconocer la derrota en un estado sentimentalmente clave para ellos y relaciones rotas con la familia originaria de su estandarte.
CHAVISMO -vs- MADURISMO
Como saldo positivo mucha gente está animándose para dar otro paso electoral como es el del revocatorio, esta motivación es muy importante, la gente quedó con ganas de más, con el sabor dulce de la victoria, se ha insuflado ánimo, y en el bando contrario es evidente la desesperanza, se empeñaron a fondo y además de apaleados quedaron divididos, ahora chavismo y madurismo son bandos antagónicos.
EL NUDO GORDIANO: ¿SE PUEDE REVOCAR A QUIEN USURPA EL CARGO?
Este es el punto controversial en el que se encuentra entrampado el mundo político venezolano, es lo que se denomina un “Nudo Gordiano”, leyenda griega que define un problema que no se puede resolver. La expresión proviene de la antigua Grecia según la cual el cargo de rey de la región de Frigia, lo que ahora es Turquía, estando vacante tenía que llenarse y los habitantes del lugar no se ponían de acuerdo en la forma para elegirlo. Finalmente consultaron al oráculo quien produjo la visión de que el cargo lo obtendría quien entrara a la ciudad en un carruaje sobre el cual estuviera posado un cuervo, esa condición fue cumplida por un campesino a quien invistieron de la autoridad vacante, entonces fundó la ciudad de Gordio y estableció que designaría como autoridad y conquistador del Oriente a quien desatara un nudo en el cual amarró su lanza y el yugo de los bueyes que arrastraban su carruaje, nudo cuyas puntas estaban escondidas dentro de éste. Muchos lo intentaron pero nadie lo lograba hasta que llegó Alejandro Magno y en vez de ponerse a desamarrar aquel nudo imposible sacó su espada y de un solo golpe lo partió en dos. Casi de inmediato se desató una tormenta de truenos y rayos que fue interpretada como la aquiescencia del cielo a aquella solución. “Desatar y cortar es lo mismo” fue la conclusión de aquel evento, no importa como, lo que importa es acabar con el nudo.
LAS OPCIONES
De acuerdo a lo dispuesto en el artículo 72 de la CRBV todo cargo de elección popular es revocable después de transcurrir la mitad del período para el cual fue elegido. El problema es que Maduro no ha sido elegido, está ejerciendo el cargo ilícitamente, es un usurpador, por tanto esa solución constitucional no le es aplicable a menos que se le reconozca como lícito el fraude mediante el cual asumió el cargo de presidente. En este caso estamos ante un problema irresoluble a menos que se esgrima la espada de Alejandro Magno y partamos del hecho de “No importa como, lo importante es sacarlo”. Por los momentos las opciones están reducidas, todos quisiéramos que del cielo cayera un rayo y lo partiera en dos, pero no basta el deseo. No tenemos ese rayo, lo que tenemos a mano es la movilización popular, aprovechar el entusiasmo que genera el caso Barinas para canalizar el multitudinario deseo de salir de esta pesadilla mediante un objetivo concreto. En la medida en que ese procedimiento avance y al calor de esa lucha pudieran presentarse, y de seguro se presentarán, coyunturas diferentes, fuertes, e incluso insurreccionales pero lo no permisible es quedarse esperando que del cielo caiga ese bendito rayo.
¿LA ACTIVIDAD REVOCATORIA PODRÍA LEGITIMAR A MADURO?
Lo que nace ilegítimo no se legitima. Nadie puede imaginarse por ejemplo que el gobierno de Estados Unidos diga “Como hay un proceso revocatorio levantamos las sanciones y reconocemos que Maduro es presidente legítimo”. Eso no ocurrirá. Lo que sí va a ocurrir es que el ejemplo de Barinas se multiplique a todo el país y mas allá. Si los factores democráticos se disponen a la movilización y esta toma cuerpo ocurrirá lo contrario porque la dictadura no se va a quedar a la espera, reaccionará brutalmente, buscará impedir el proceso como sea, y de allí se presentarán nuevas situaciones, quizás hasta el rayo del cielo que entonces sí, de esa tempestad pueda producirse, pues la brutalidad dictatorial tampoco cesará, por el contrario, arreciarán en represión, en arbitrariedades, pondrán toda clase de obstáculos ratificando ante el mundo su carácter abusivo, criminal.
Ese proceso revocatorio tampoco detendrá el que se está llevando por ante la Corte Penal Internacional pues los crímenes que han motivado la apertura de la investigación no desaparecerán. Los asesinados, los presos, los torturados, los perseguidos seguirán allí acusando a la dictadura.
Los procesos contra Alex Saab, el Pollo Carvajal y otros continuarán aportando datos sobre desfalcos y crímenes de Maduro, Cabello y demás cofradía dictatorial.
Los millones de expatriados permanecerán y el flujo migratorio persistirá.
El hambre del pueblo no ha de saciarse, ni disminuirá el desempleo, ni la miseria, ni los sueldos de hambre, ni la criminalidad, ni las carencias de los hospitales, ni la inseguridad.
Todo ese infierno se mantendrá incluso avivado porque la gente tendrá una opción a la mano, un entusiasmo, una alternativa para salir de ese infierno. Ahora, quien crea y disponga de otros medios para luchar contra la tiranía, pues que también siga adelante en esa línea paralela, que haga lo suyo, y si llegan primero, Aleluya el señor.!