(17 de mayo del 2021. El Venezolano).- El Barcelona cayó derrotado este domingo contra el Celta (1-2) y se despidió matemáticamente del título de la Liga Española.
El conjunto gallego, con dos goles de Santi Mina, remontó el gol inicial del Lionel Messi y acabó con el sueño azulgrana de ganar el campeonato.
En el primer tiempo, el conjunto catalán gozó de las mejores ocasiones pero solo Messi, con un cabezazo cruzado, envió el balón a la red (1-0, minuto 28).
En el minuto 38, el Celta igualó el encuentro en el primer disparo entre los tres palos, obra de Santi Mina, y afrontó el segundo tiempo con más confianza.
En la reanudación, el juego del Barça fue gris. A ocho minutos para el final, Lenglet fue expulsado por doble amarilla y Mina, aprovechándose de un disparo escupido por el palo, acabó con las opciones del equipo catalán en el minuto 89.
El Barcelona empezó el partido volcándose al ataque, pero sin disponer de remates claros ante Iván Villar. Tan solo Antoine Griezmann en el minuto 10, tras un pase interior de Messi, tuvo un cara a cara con el portero visitante, al que no pudo superar. Poco después fue el propio jugador argentino quien correteó por la autopista central antes de buscar el costado derecho del portero desde la frontal, pero el disparo se fue desviado.
En cambio, en el 28 Messi no desaprovechó una delicadeza de Sergio Busquets, que le puso un balón milimétrico en la cabeza. Fue el gol número 30 del azulgrana en esta Liga, que el curso pasado se quedó en 25. Desde la temporada 2009-2010 tan solo no llegó a la treintena de tantos en Liga en tres ocasiones (2013-2014, 2015-2016 y 2019-2020).
El pequeño consuelo para Messi después de esta debacle azulgrana en la competición regular es que ya tiene en el bolsillo su octavo Pichichi, el quinto consecutivo. Los 30 goles que suma dejan en una quimera que Gerard Moreno, con 23, lo pueda alcanzar en la última jornada.
La alegría del tanto de Messi le duró poco al Barcelona. Concretamente hasta el minuto 38, cuando un disparo fuerte desde la frontal del área en la primera llegada del Celta en el partido dejó helado a Marc-André Ter Stegen, quien no pudo ver la trayectoria del balón porque se lo impidió su compañero Gerard Piqué.
El conjunto azulgrana echó de menos la verticalidad de Frenkie de Jong, sancionado por acumulación de tarjetas, e Ilaix Moriba, su sustituto, se mostró rutinario como el resto del ataque del Barcelona. Pedro González «Pedri», exhausto por los minutos acumulados, fue sustituido por el infrautilizado Riqui Puig en el descanso.
Puig dio un poco de desparpajo al Barcelona, que de todas maneras prácticamente no logró acercarse con peligro a la portería de Villa.
A falta de 20 minutos para el final, Koeman intentó dar otro aire al ataque con la doble entrada de Francisco Trincao y Martin Braithwaite y cinco minutos más tarde el Osasuna se adelantó en el Wanda Metropolitano, dejando en bandeja al Barcelona la posibilidad de llegar a la última jornada con opciones matemáticas de título.
Pero la impotencia de los azulgranas pasó de la teoría a la práctica con todo su esplendor. En el minuto 83 Lenglet fue expulsado por doble tarjeta amarilla.
La conclusión del drama catalán y la epopeya gallega la puso Santi Mina, quien batió en el 89 a un desnortado Ter Stegen al aprovechar el rechace del palo a un centro envenenado de Augusto Solari.
Con información de EFE