(03 de abril del 2020. El Venezolano).- Pocas veces ha autorizado la Casa Blanca un despliegue militar de la magnitud del anunciado el miércoles por Donald Trump, algo todavía más relevante si se tiene en cuenta que la orden la recibió el Pentágono justo cuando el país se enfrenta a su peor crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus. Son miles de soldados estadounidenses los desplegados en el Caribe y el Pacífico, en una operación contra el narcotráfico en la que participan principalmente la Armada, la Fuerza Aérea y la Guarda Costera.
Bajo la supervisión del Comando Sur, y el almirante responsable, Craig Faller, se encuentran ya soldados de infantería, marinos, y miembros del Marine Corps, la Fuerza Aérea y la Guarda Costera en un complejo dispositivo para interrumpir tres rutas de la droga: de Venezuela a las islas del Caribe y a Centroamérica, y de Colombia a Centroamérica. El objetivo es reducir la llegada de cocaína, las metanfetaminas, el fentanilo y otros estupefacientes a Estados Unidos. Para ello hay ya buques de guerra desplegados ante las costas de Venezuela y en el Pacífico, según un mapa exhibido por Trump al efectuar su anuncio.
Los recursos de las fuerzas armadas movilizados para esta misión son, según el presidente, destructores, buques de guerra, cazas y helicópteros de la Armada; diez buques tipo ‹cutter› de la Guarda Costera, y aviones de vigilancia de la Fuerza Aérea. La Armada ha movilizado sus Boeing P-8 Poseidon, preparados para guerra antisubmarina. Proceden de los comandos del Pacífico y Europa, y de la base naval de Norfolk, en Virginia.
Agencia Antidroga
En las labores de coordinación con el Comando Sur, cuya sede está en Florida, se encuentran la Agencia Antidroga (Dea, por sus siglas en inglés), y los departamentos de Seguridad Nacional y Justicia. Algunas de esas rutas, sobre todo las que van por tierra, se vigilarán desde el aire, con avionetas de supervisión de la Fuerza Aérea.
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