(09 de enero del 2023. El Venezolano).- Un grupo de investigadores de instituciones científicas estadounidenses ha descubierto que un litro de agua embotellada contiene alrededor de 240,000 fragmentos plásticos detectables, según informó AFP este lunes. Este hallazgo resalta la presencia no solo de microplásticos, sino también de ‘nanoplásticos’ en el agua embotellada, lo que podría plantear problemas para la salud humana.
Investigaciones anteriores ya habían demostrado la existencia de aproximadamente 300 partículas de plástico por litro de agua, centrándose en los microplásticos, pequeñas piezas de plástico de menos de cinco milímetros de largo. Sin embargo, el nuevo estudio, publicado en la revista PNAS, revela la presencia de partículas aún más pequeñas, los nanoplásticos, que miden menos de un micrómetro de largo.
Los nanoplásticos, al ser de menor tamaño, son considerados más dañinos para los humanos, ya que pueden ingresar a las células, el torrente sanguíneo y algunos órganos. También se ha documentado su capacidad para atravesar la placenta y llegar al cuerpo de los fetos.
En este último estudio, se encontraron entre 110,000 y 370,000 pequeñas partículas de plástico en cada litro de agua embotellada analizada. Cerca del 90% de estas partículas eran nanoplásticos, mientras que el resto eran microplásticos. Los tipos de plásticos más comunes identificados fueron el tereftalato de polietileno (PET), utilizado en la fabricación de botellas de agua, y la poliamida (nylon), comúnmente presente en los filtros de purificación de agua.
El estudio se enfocó en tres marcas populares de agua embotellada en los Estados Unidos, pero no reveló detalles específicos sobre las marcas analizadas.
El profesor Beizhan Yan, uno de los investigadores, indicó que si las personas están preocupadas por los nanoplásticos en el agua embotellada, sería razonable considerar alternativas como el agua del grifo. Sin embargo, también señaló que no se recomienda dejar de beber agua embotellada por completo, ya que el riesgo de deshidratación puede superar los posibles impactos de la exposición a los nanoplásticos. Los investigadores planean examinar también el agua del grifo, ya que se sospecha que también contiene microplásticos, aunque en menor cantidad.