(16 de junio del 2022. El Venezolano).- En el año 2020 se practicaron más abortos en Estados Unidos que en 2017, revertiendo así la tendencia a la baja registrada durante más de 30 años en el país, según los datos del Instituto Guttmacher publicados este miércoles.
Europa Press reseñó que el último informe publicado por el organismo muestra que en 2020 se contabilizaron un ocho por ciento más de interrupciones al embarazo que en la anterior serie, en 2017. Además, según el último registro, uno de cada cinco embarazos en el país terminó en aborto, con una tasa de interrupciones del 20,6 por ciento.
Asimismo, el instituto –que recopila datos contactando a todos los proveedores de servicios de aborto conocidos en el país–, ha informado de que la cantidad de interrupciones ha pasado de 862.320 en 2017, a 930.160 en el año 2020.
El aumento se ha dado en todos los estados de Estados Unidos, aunque en los de la costa este ha sido en mayor medida (un 12 por ciento), frente a los del sur del país (8 por ciento) y en la costa noreste (2 por ciento), cuyo incremento ha sido menor, según los datos del informe.
Este crecimiento en el número de interrupciones al embarazo en Estados Unidos implica que se rompa la tendencia a la baja que se venía registrando en el país desde el año 1980.
Los investigadores han atribuido este aumento a una variedad de factores, incluyendo que, durante los últimos años, algunos estados han introducido el aborto en la cobertura de Medicaid –un programa de seguros de salud del Gobierno de Estados Unidos para gente necesitada–, así como un aumento en las donaciones a las ONG dedicadas a ayudar a las personas a pagar la interrupción del embarazo.
Por otra parte, los investigadores señalan en su informe que la disminución de financiación de clínicas abortistas llevada a cabo por la Administración Trump antes de la pandemia redujo el acceso a la atención de anticonceptivos proporcionada por estos centros, lo que pudo aumentar en número de embarazos no deseados.
Este informe llega en un momento en el que se espera la decisión del Tribunal Supremo estadoudense, que podría revertir el fallo de Roe versus Wade —el nombre con el que se conoce al precedente legal para el aborto y que se lleva usando en el país desde 1973