(26 de febrero del 2022. El Venezolano).- En medios diplomáticos internacionales se discute sobre lo peligroso que podría ser para la Paz mundial esta decisión de Rusia como es la de no detener sus blindados dentro de la República de Ucrania así como era previsto por los analistas, sino de continuar ruta hacia la frontera con la República de Polonia, que como miembro activo del pacto militar de la Otan, en sus fronteras desde ayer están más estacionados más de 30.000 soldados, la mayoría de ellos componentes de élite de las fuerzas especiales americanas y británicas acompañadas obviamente por los repartos de las fuerzas armadas polacas. En la parte de arriba podemos ver la extensa frontera que separa a varios países de la OTAN con el país invadido por Putin y sus esbirros. Estos países, además de la República de Polonia son Rumanía y Eslovaquia. Y esto es la noticia que podemos leer en medios europeos ( La Repubblica de Roma).
Escrito por Raúl Ochoa Cuenca.
«Moscú abre un nuevo frente de invasión enviando a sus soldados en dirección a Lviv. Y arriesgándose a llegar frente a las tropas americanas desplegadas en Polonia, abriendo un nuevo frente de batalla al llevar el ataque también a la zona occidental del país: la más cercana a las fronteras polacas donde están desplegadas las tropas estadounidense».
Todavía no hay confirmación oficial, pero desde el viernes por la tarde se reportan fuertes movimientos del ejército moscovita en este sector, golpeado hasta ahora solo por ataques con misiles en aeropuertos. Uno de los grandes grupos de tanques, los célebres BTG, los cuales estaban estacionados en la frontera con Bielorusia han cruzado la frontera avanzando a toda máquina hacia el suroeste, dicho en términos geográficos, hacia la frontera con la República de Polonia, La dirección de esta ofensiva es extremadamente preocupante: parece apuntar a Lviv, la antigua Lviv, la segunda ciudad más grande del país después de Kiev y la que encuentra a solo 69 kilómetros de distancia del puesto fronterizo de Polonia.
Las tropas que entraron ayer en Bielorrusia se están extendiendo no solo por Occidente sino también por la parte central. Una perspectiva terrible, porque en este caso incluso el asedio de Kiev podría convertirse en una masacre: los rusos no se contentarían con un pacto con Zelensky sino con la rendición incondicional del gobierno, que se conseguiría por cualquier medio.
Cualesquiera que sean los cálculos del Kremlin, la apertura del Frente Occidental multiplica los riesgos de tensión con las fuerzas de la OTAN: hoy se calcula de mínimamente de más de 35.000 soldados estadounidenses están desplegados en la frontera polaca, mientras que Varsovia ha enviado a la zona sus mejores unidades de combate.