(27 de septiembre del 2021. El Venezolano).- Andrés López es un niño venezolano que, a sus 14 años y ante la necesidad, ha tenido una idea innovadora para mejorar la difícil situación económica por la que atraviesa su familia.
Todo comenzó el día en que perdió sus cholas (chanclas) jugando con sus amigos en las calles de la ciudad de Bolívar, Venezuela, donde vive con su familia.
En entrevista con Univisión Noticias, Andrés recuerda que sabía que en casa no encontraría el dinero para comprarse un nuevo par y que «no había nada qué hacer», por lo que empezó a buscar la manera de reponerlas lo antes posible.
Entonces recordó cómo había visto a un vecino crear su propio calzado con la ayuda de su abuelo y, de inmediato, se puso a investigar en internet para aprender a picar el caucho y poder fabricar las chanclas.
» Fui aprendiendo a coser las cholas (chanclas) con el mismo ‘nylon’ del caucho, fui buscando ideas para que se me facilitara picar el caucho, que es un poco difícil», expresa.
A partir del caucho viejo que obtuvo de llantas de desperdicio, el joven se ahorró el dinero que habría tenido que conseguir para comprar el material, por lo que de inmediato comenzó a producir algunos pares de sandalias para venderlos.
Su familia, su principal apoyo
Pese a las carencias que atraviesan debido a la falta de empleo, la hiperinflación del bolívar y los problemas sociales por los que atraviesa Venezuela actualmente, su familia lo apoya, asegura el joven emprendedor.
«Desde mi mamá, mi hermano y mi abuelo, todos me ayudan, siempre me apoyan en lo que hago… Siempre que necesito algo mi familia me ayuda con las cholas, sacan de su tiempo, me dan ideas y me apoyan en lo que hago», expresa un sonriente Andrés a través de la videollamada.
Su madre, al ver la iniciativa de su hijo, decidió respaldarlo y gastó unos dólares para comprar el material que requería para iniciar su pequeña producción, la cual de inmediato fue apoyada por conocidos y vecinos que empezaron a encargarle los primeros pares.
Su abuelo, su maestro
En las últimas semanas, Andrés no ha hecho más que aplicar lo que aprendió de su abuelo, un carpintero de origen español.
Andrés cuenta a Univisión Noticias que pasaban horas juntos en el taller, lo que le ayudó a tener la técnica suficiente para trabajar con diversos materiales.
«Mi abuelo era carpintero, para hacer la chola es un trabajo totalmente a mano, todo ese trabajo es a mano y siempre ellos me han ayudado a hacer las cholas», dice, y agrega que su madre y su hermano siempre han sido de gran ayuda en su pequeño negocio que está a punto de alcanzar los 40,000 seguidores en su cuenta de Instagram.
» Mi hermano me ayuda a picar el caucho, mi mamá cose la parte la parte de la tira y yo hago todo lo demás», explica.
El «sueño’ de Andrés
Al inicio de su emprendimiento, Andrés salía a buscar el caucho de las llantas que encontraba tiradas por las calles, sin embargo el material ha escaseado y tiene que conseguirlo haciendo trueques con sus chanclas.
Sin embargo, nada ha desmotivado.
«A los niños de mi edad, que cumplan sus sueños, que nunca se rindan, que nada es imposible, y a los padres, que los apoyen mucho», expresa el joven que asegura con una sonrisa en el rostro que de grande quiere ser jugador de béisbol.
Con información de Univisión