(17 de septiembre del 2021. El Venezolano).- Todo parece indicar que la novela de Monómeros en Colombia va para largo. Los momentos de tensión vuelven este viernes, día en que se cumple la fecha límite para que la compañía presente el recurso de apelación frente a la medida de control de la Superintendencia de Sociedades, la cual -según la norma- se aplica “para ordenar los correctivos necesarios en busca de subsanar una situación crítica de orden jurídico, contable, administrativo o económico de una sociedad comercial no vigilada por otra superintendencia”.
Ya Monómeros confirmó ante la opinión pública que apelará la decisión, alrededor de la cual, se ha tejido todo un engranaje económico-político, cuyas verdades, solo serán reveladas en su totalidad cuando Supersociedades destape los resultados de sus pesquisas.
De hecho, todo empezó con una visita que realizó a Monómeros el organismo de control colombiano, en la que recabó los insumos necesarios para expedir la resolución con la cual, anunció la toma de control de la compañía, lo que no es otra cosa que una máxima supervisión, la cual, de inmediato rechazaron los representantes del régimen (de Maduro).
Fue producto de la hermandad
Monómeros es una compañía que nació como un proyecto binacional entre Colombia y Venezuela (cuando era petroquímica). Representa al menos el 40% de los fertilizantes que se requieren en Colombia para la agricultura (ahora Monómeros es agroindustrial) y ya pertenece en un 100% a Venezuela.Hay preocupación entre los trabajadores, por el futuro de Monómeros. – Foto: Monómeros
Por estar en nuestro país, es uno de los activos externos de la nación vecina, que quedó bajo control de Juan Guaidó, quien fuera titular de la Asamblea Nacional de Venezuela cuando se realizaron las elecciones en las que Nicolás Maduro participó por la reelección. Por considerar los resultados ilegítimos, con un amplio respaldo de opositores al régimen, Guaidó asumió como presidente interino en 2019, según la Constitución venezolana.
El ‘rifirrafe’
Con ese telón político de fondo, en días pasados, Monómeros quedó inmersa en un tire y afloje, luego de que Maduro anunciara -y así lo hizo- que reclamaría el control de Monómeros.
En el camino, de lado y lado, han surgido trincheras, y no precisamente solo desde los partidos opuestos. En el costado de la oposición al régimen de Maduro está el famoso G4, integrado por Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP) y Un Nuevo Tiempo). Cada uno de ellos tendría -según fuentes allegadas a la empresa- su representante en la junta y en las decisiones de Monómeros.Guiadó tenía el control de Citgo y Monómeros, dos de los principales activos de Venezuela en el extranjero. – Foto: Archivo
Pero las fracturas al interior de esa misma unidad parecen evidentes. El 13 de septiembre se conoció la renuncia de Carmen Elisa Hernández, quien argumentó desacuerdo con la posición del actual gerente y demás integrantes de la junta, en relación con la toma de control a Monómeros por parte de Supersociedades. Acto seguido, el gerente, Guillermo Rodríguez Laprea, quien fue designado por la Asamblea Nacional que lidera Guaidó, salió a dar declaraciones en algunos medios, en los que denunció una presunta “toma hostil de Monómeros”. Paralelamente, el grupo político Primero Justicia emitió un comunicado en el que menciona que -en realidad- a Hernández le habrían pedido la renuncia. De hecho, ella misma mencionó en SEMANA que la estaban dejando por fuera de las convocatorias a reuniones y dejó ver que desconocía las cifras más recientes sobre el estado de la compañía.– Foto: Monómeros
La carta del proveedor a la Supersociedades
En medio de esos acontecimientos, surge la carta de Nitron al superintendente de sociedades (e), Andrés Barreto. Hay que precisar que esta firma es uno de los dos principales proveedores de Monómeros (el otro es Mosaic).
La carta de Nitron está fechada el 8 de septiembre, a dos días de haberse destapado en el país la medida cautelar de control aplicada por la Supersociedades. En ella manifiesta, de cara a la toma de control, que ellos como proveedores, representan el 70% del financiamiento de Monómeros y de las acreencias comerciales externas.
En ese contexto, advierten que sería insostenible continuar con las operaciones que tienen con la empresa, de la que ahora la Supersociedades toma control, “salvo que su situación cambie sustancialmente”, agregan en la carta.
El fondo de la misiva, finalmente, era pedirle a la Supersociedades que le explicaran cuál sería su plan de rescate para Monómeros y si habría posibilidad de realizar cambios “significativos y urgentes en su conducción”. Algo así como ejercer cierta presión para que se hagan cambios estructurales en el gobierno corporativo de Monómeros.
Inclusive, la carta de Nitron hace una especie de ultimátum a la Superintendencia, al decir que su junta directiva tomó una decisión: “si en el lapso de 48 horas no cambia la situación de gobierno corporativo y autoridades administrativas y representantes legales de la empresa, nos veremos obligados a suspender la operación de suministro que tenemos con Monómeros”. En otras palabras, paralizarían la producción.
La Supersociedades también está pendiente de dar respuesta a la carta de Nitron y en el país está la expectativa de lo que sucederá luego de conocerse el argumento de la compañía, para interponer recurso de apelación.
Con información de La Semana