(06 de septiembre del 2021. El Venezolano).- Era el último reducto de resistencia a los talibanes en Afganistán y según estos ya habría caído. La provincia de Panshir, al noreste del país y hasta ahora defendida por el Frente de Resistencia Nacional, habría sido finalmente tomada por los extremistas, que ya controlarían por completo toda la región, aunque poco después del anuncio talibán la resistencia de Panshir negaba tal cosa y garantizaba que «las fuerzas de la NRF están presentes en todas las posiciones estratégicas del valle para continuar la lucha».
El domingo 5 de septiembre ya se había informado de la muerte de dos importantes miembros de la resistencia, el portavoz y periodista Fahim Dashty y el general Abdul Wudod Zara. Esas bajas hacían sospechar que la caída de Panshir podría ser inminente, reseñó el medio EuroNews.
Desde España, el general estadounidense Mark Milley recordaba que si los talibanes no son capaces de controlar por completo todo el país es probable que Afganistán se vea abocado a una guerra civil.
Por lo pronto, han pasado tres semanas desde que los talibanes tomaran el poder y algunos servicios, como los vuelos nacionales, comienzan a operar, aunque aún no existe un Gobierno propiamente dicho.
Muchos ciudadanos siguen esperando que vuelvan a abrir departamentos como el de la obtención de pasaportes, pero la burocracia, sin un Gobierno, es aún más lenta que de costumbre.
Qari Abdullah, asistente del Departamento de Pasaportes, aseguró que «todos los sistemas están activos y estamos trabajando en ello. En cuanto nuestros superiores nos lo indiquen nuestros estimados clientes podrán venir a obtener sus documentos».
Diferentes posturas desde Occidente
Algunos países prefieren no esperar y comienzan a romper lazos. Tras una reunión con su homológo catarí, el ministro de Exteriores de italia, Luigi Di Maio, ya ha informado de que su país traslada su embajada en Afganistán a Doha.
Desde Alemania, sin embargo, la canciller Angela Merkel recuerda la necesidad de seguir en contacto con los talibanes, aunque solo sea para conseguir con ello la evacuación de los muchos afganos que han trabajado para occidente y desean salir del país.
«En lo que respecta a los talibanes, por supuesto que tenemos que hablar con ellos, porque son ellos con los que hoy por hoy, hay que hablar«, explicaba con claridad Merkel. «Queremos sacar del país a las personas que han trabajado para las organizaciones de desarrollo alemanas y que ahora se sienten amenazadas».
En París, cientos de personas se manifestaban este fin de semana en apoyo a los muchos afganos que aún permanecen en el país. Algunas de las presentes eran mujeres afganas que recuerdan que los talibanes siempre serán talibanes, nunca cambiarán.
Tras la reunion de este domingo entre estos y la ONU, la organización ya ha prometido que seguirá de momento proporcionando ayuda humanitaria en Afganistán.