(05 de agosto del 2021. El Venezolano).- Algunos distritos escolares de Florida, en el sur de Estados Unidos, han decidido rechazar la orden ejecutiva del gobernador republicano del estado, Ron DeSantis, que prohíbe a los centros obligar a sus estudiantes llevar mascarilla, pese a que ello pone en riesgo la financiación de los centros.
La semana pasada, DeSantis firmó una orden estatal con la que deja en manos de los progenitores el uso o no de mascarilla y a su vez se reserva la posibilidad de cortar los fondos estatales a las juntas de distrito escolares que no cumplan con la medida hasta que así lo hagan. Todo ello mientras Florida sigue batiendo marcas de pacientes hospitalizados, con más de 11.500 este martes.
A pesar de las directrices marcadas por el gobernador republicano, la junta escolar del condado de Broward, el segundo con mayor número de centros educativos de todo el estado de Florida, ha preferido continuar obligando a sus alumnos a llevar mascarilla mientras se encuentren en sus instalaciones, aunque está previsto a una nueva reunión la semana próxima para ratificar la medida.
Una decisión que también han optado por adoptar distritos más pequeños, como la junta escolar del condado de Leon, cuyo superintendente, Rocky Hanna, solicitó a través de una carta al gobernador DeSantis mayor «flexibilidad y autonomía» para tomar este tipo de decisiones en sus centros.
Desde las Escuelas Públicas del Condado de Alachua se ha informado a los empleados de que el uso de mascarilla será obligatorio, independientemente del estado de vacunación hasta al menos el 17 de septiembre, después de contar con el consenso de la junta en una votación celebrada esta semana.
En el condado de Duval, con unos 125.000 estudiantes repartidos en 200 escuelas aproximadamente, aquellos padres que se nieguen a que sus hijos utilicen mascarilla se les abrirá un proceso oficial de exclusión voluntaria, mientras que todos los adultos y trabajadores de estos centros deben utilizar de manera obligatoria hasta el próximo 3 de septiembre, informa la agencia Bloomberg.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han informado de más de 50.000 nuevos positivos en Florida durante los últimos tres días, situando la incidencia a siete días por encima de los promedios más altos desde que estalló la pandemia, que ha dejado solo en este estado más de 2,6 millones de casos y acumulados y más 39.300 fallecidos.