(26 de abril de 2019. El Venezolano).- En Maracay, Aragua, no permitieron la instalación de la tarima ni del equipo de sonido que usaría Juan Guaidó. Pero eso no fue empedimento para que el presidente encargado de Venezuela, montado sobre el techo de una camioneta y con un megáfono en la mano, le recordara a la gente que «el momento es ahora».
El ambiente estaba lleno de una alegría que se desbordó a su llegada. Decenas de personas que se comenzaron a concentrar desde tempranas horas de este viernes en la Plaza Bicentenaria lo recibieron con euforia, entre consignas de esperanza y banderas ondeantes.
«Hoy la gran pregunta que nos hacemos todos es ¿cuánto más tenemos que sacrificar para recuperar Venezuela?, ¿cuánto más tiene que pagar el venezolano en sufrimiento, mientras que unos poquitos secuestran el poder? El momento es ahora», dijo Guaidó ante la multitud que, enardecida y con el gritos de «sí se puede», le manifestó su apoyo.
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El también jefe del Parlamento venezolano instó a la población a organizarse y aglutinar fuerzas para la ejecución de la Operación Libertad,el próximo 1° de mayo. A su juicio, «no es justo para nuestra Venezuela este sufrimiento, pero es de hombres y mujeres valientes luchar y echar el resto por nuestro país».
A los miembros de la Fuerza Armada Nacional (FAN) y empleados públicos, les reiteró el llamado a que se unan a la ruta planteada para la recuperación de la democracia mediante el cese de la usurpación, el gobierno de transición y las elecciones libres. «Ustedes son parte de este cambio y de la nueva Venezuela que vamos a construir».
La esperanza sigue viva
En la Plaza Bicentenaria no hubo lugar para la desesperanza. Así lo demostró Aimara Rivero, una de las personas que salió a la calle a respaldar a Guaidó. Con el tricolor nacional entre sus manos y visiblemente emocionada expuso sus motivos: «Queremos que se vaya el dictador, Nicolás Maduro, y que nuestros hijos regresen al país«.
Sobre la convocatoria del 1° de mayo, Rivero aseguró estar dispuesta a ir hasta Caracas para apoyar la Operación Libertad, ya que considera urgente la salida de Maduro del poder porque «es un asesino, traidor y ha violado todos los derechos humanos».
María Ferreira, de 65 años, acudió a la capital aragueña desde Cagua. A modo de protesta tocaba una cacerola enérgicamente, en rechazo al régimen madurista. Señaló que, a pesar de haber nacido en Portugal, se considera venezolana y le duele profundamente que el país esté viviendo una grave crisis generalizada.
«Un país tan rico y hermoso como Venezuela no se merece esto. Mis hijos y mis nietos nacieron aquí, y es por ellos que vine a acompañar a Guaidó«, señaló Ferrerira.
