(06 de mayo del 2021. El Venezolano).- La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha dicho este jueves sentirse «alarmada» por el creciente número de amenazas, ataques e intentos de socavar y deslegitimar las instituciones de defensa de los Derechos Humanos en América Latina y el Caribe, especialmente por parte de gobiernos y otros altos cargos en posiciones de poder.
En los últimos dos años, ha expresado en un comunicado, la oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha recibido numerosas denuncias por parte de estos organismos, entre los que se encuentran defensorías del pueblo y procuradurías de defensa de los Derechos Humanos, entre otros.
Dichas entidades han asegurado que están siendo acosadas y amenazadas por gobiernos, parlamentarios, funcionarios y grupos de autodefensa «simplemente por hacer su trabajo y cumplir con su mandato», ha lamentado.
Así, Bachelet ha especificado que los incidentes reportados incluyen «amenazas o acoso contra las instituciones o su personal en Bolivia, Chile y El Salvador; ataques contra la sede y el personal de la INDH en Haití; e intentos de destitución del director de la organización en Guatemala y en México a nivel estatal».
Por ello, ha expresado que son preocupantes las declaraciones públicas que desacreditan la labor de este tipo de instituciones en Ecuador y Uruguay; así como el levantamiento de la inmunidad del personal de estos organismos en países como Perú.
«También nos inquieta que durante una década no se haya nombrado al Defensor del Pueblo en Argentina», ha aseverado antes de afirmar que «el hecho de que hayamos recibido quejas de instituciones de casi una docena de países de la región es testimonio de la tendencia y la magnitud del problema».
En este sentido, ha matizado que las instituciones nacionales de Derechos Humanos independientes son «cruciales» para cualquier sociedad. Sin embargo, ha insistido, «solo pueden cumplir su mandato de proteger y promover los Derechos Humanos si son capaces de operar sin interferencias indebidas de gobiernos y son capaces de mantener su independencia».
De lo contrario, «perderán su credibilidad y legitimidad a los ojos de las personas a las que deben servir», ha destacado. «Permítanme ser muy clara: estas instituciones, que trabajan estrechamente con mi oficina y con los mecanismos de Derechos Humanos de la ONU, no deben enfrentarse a ninguna forma de abuso o interferencia, y especialmente, presión política», ha aseverado.
Asimismo, ha pedido a los gobiernos de la región cumplir sus responsabilidades y respetar y proteger la independencia de dichos organismos. Además, ha reconocido que estas instituciones suponen un «reto» a los gobiernos porque sus mandatos «tienen el deber de poner de manifiesto algunas lagunas en la protección de los Derechos Humanos».
Bachelet ha llamado a las autoridades a establecer «investigaciones rápidas, exhaustivas, independientes y eficaces de todos y cada uno de los presuntos ataques, actos de represalia, amenazas o intimidaciones contra estas instituciones» y ha hecho hincapié en que el papel de estas instituciones se ha vuelto «aún más esencial» en el marco de la pandemia de coronavirus.
Con información de Europa Press