(12 de marzo del 2021. El Venezolano).- La Santa Sede ha calculado en el presupuesto para 2021 un gasto de 30 millones de euros provenientes de su reserva de donativos para cubrir el déficit de 80 millones que se prevé que dejará en las arcas estatales la pandemia.
Así se anuncia en un comunicado de la Secretaría para la Economía, recogido por Europa Press, en el que además de la aprobación del presupuesto para 2021 se publica también por primera vez el desglose de fondos para el Óbolo di San Pietro, con unos ingresos de 47,3 millones de euros y un desembolso de 17 millones.
Según ha explicado en una entrevista con los medios de comunicación del Vaticano el prefecto de la Secretaría para la Economía, el sacerdote español Juan Antonio Guerrero Alves, es «inadecuado» decir que el Óbolo cubre el déficit de la Curia.
«La Curia siempre tendrá un déficit. El óbolo sirve para cubrir los gastos de la misión del Santo Padre, la unidad en la caridad, que ejerce a través de los distintos dicasterios. La mayoría de los dicasterios que ejercen su misión son centros de costes sin ingresos. Si quitáramos el Óbolo, el déficit sería de 47 millones más. Pero si quitamos la donación del IOR y del Estado de la Ciudad del Vaticano, serían 37 millones más. Si además quitamos la aportación de las diócesis, serían 23 millones más, y si volvemos a quitar los ingresos de la APSA serían 100 millones más», ha detallado.
El sacerdote jesuita que gestiona la cartera de la Santa Sede ha señalado que lo apropiado es señalar que los fondos del Óbolo contribuyen «a la misión del Santo Padre» lo que «tiene un coste». Así, ha explicado que en 2019 el Fondo del Óbolo aportó 81 millones a la misión global del Santo Padre, mientras que los ingresos netos fueron de 53,8 millones, es decir, las reservas del Óbolo disminuyeron en 27,2 millones. En 2020, se ha estimado una reducción de las reservas del Óbolo de más de 40 millones. Y en 2021 se espera que ocurra lo mismo.
«Este recurso a las reservas del Óbolo en los últimos años significa que la liquidez del fondo del Óbolo se está agotando y con la crisis actual es muy probable que en 2022 tengamos que recurrir en cierta medida a los activos de la APSA», ha valorado el sacerdote, que también ha subrayado que se espera que muchas de las fuentes de ingresos que han disminuido con la pandemia puedan reanudarse cuando la situación general mejore.
«Se espera recaudar 47 millones de euros para el Óbolo: 17 irán a parar a los desembolsos, por lo tanto a la ayuda y la caridad. 30 se destinarán a apoyar a la Santa Sede», ha considerado Guerrero. Se trata de los presupuestos más bajos de la historia reciente de la Santa Sede.