(11 de febrero del 2021. El Venezolano).- El Gobierno de España procederá a la extradición de un ciudadano venezolano reclamado por el régimen de Nicolás Maduro, pese a que solicitó asilo en nuestro país e Interpol anuló su código rojo de búsqueda internacional en marzo de 2020.
Se trata de Ernesto Luis Quintero Méndez (Cabinas, 1980), un hombre que lleva desde 2018 perseguido por Maduro y que ha sido detenido este miércoles por la Policía Nacional para ser entregado a la dictadura bolivariana.
El Gobierno decidió aceptar su extradición el pasado 12 de enero. Ese día, el Consejo de Ministros acordó «materializar la entrega extradicional a las autoridades judiciales de Venezuela». Y lo hizo en contra de las recomendaciones de ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, que remitió una misiva al Ejecutivo español pidiendo que Quintero no fuera extraditado.
«En Venezuela hay una violación sistemática de los derechos humanos; no está garantizada la integridad física de Ernesto Quintero si es extraditado, ya que podría ser víctima de tratos crueles», dice Sergio Contreras, coordinador en España de Voluntad Popular, el partido opositor venezolano fundado por Leopoldo López y liderado por Juan Guaidó.
Contreras sabe de lo que habla. No en vano, él fue preso político durante dos meses en la cárcel militar de máxima seguridad de Ramo Verde. Ahí sufrió todo tipo de vejaciones. Desde mayo de 2018, vive exiliado en Madrid junto a su esposa y su hijo.
Fue en la capital española donde conoció a Quintero, cuando éste le pidió ayuda para evitar las posibles implicaciones que tendría para él una deportación a Venezuela. Desde entonces, no ha dudado de su inocencia.
«Una persona inocente»
«Ha hecho todo lo que ha podido hacer para que no se lo lleven, todas las rogatorias y recursos. Cuando una persona ha cometido un delito, busca escaparse», explica Sergio Contreras en su parla con EL ESPAÑOL. Y abunda: «En caso de delito financiero, como le imputan, se hubiera ido a Estados Unidos, Colombia o Ecuador, pero venir a España suponía exponerse».
La diligencia de Ernesto Quintero era «la de una persona inocente que lucha contra una injusticia» -en palabras del coordinador en España de Voluntad Popular-. Una diligencia que ha mantenido hasta el último momento, enviando una rogatoria para impedir la detención que fue derogada.
Ante la inminente detención, y como no quería que la Policía lo esposara delante de su familia, Quintero iba todos los días al trabajo. Ahí esperaba a que le fueran a buscar. Ese momento llegó ayer.
«El juicio no ha terminado en Venezuela, no puede ser entregado ya que no existe ningún elemento de convicción que garantice que Ernesto Quintero tenga su integridad física garantizada», asegura Sergio Contreras, que pide al Gobierno de España que «revierta su criterio y no lo extraditen».
Con información de El Español