(02 de diciembre del 2020. El Venezolano.- El hambre aumentó en América Latina en 2019 por quinto año consecutivo y afectó a 47,7 millones de personas, el 7,4 % de la población de la región, donde también se incrementó la inseguridad alimentaria y la obesidad, que siguen siendo «desafíos prioritarios», alertó este miércoles 2 de diciembre la FAO.
Después de reducir considerablemente la cifra de gente que pasa hambre entre 2000 y 2014, en los últimos cinco años Latinoamérica ha experimentado un «deterioro» y un repunte «alarmante» del hambre, subrayó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Más de la mitad de la población que sufrió subalimentación en la región se concentra en tres países: Venezuela, que ha triplicado la cifra en los últimos 5 años; México, con un aumento de 2,5 puntos porcentuales en el mismo periodo, y Haití, donde casi la mitad de los ciudadanos se encuentran en esta situación.
«Este reporte nos preocupa porque constata las cifras de los cuatro años anteriores. El hambre afecta a 13 millones de personas más que en 2014 y un 30 % de la población sufre inseguridad alimentaria moderada o grave», explicó a Efe Julio Berdegué, representante regional de la institución.
Los datos corresponden al informe Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2020, elaborado por la FAO en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Unicef y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
El número de latinoamericanos que padecieron hambre en 2019 aumentó en 5,2 millones respecto a la cifra que se reportó en 2018, que fue de 42,5 millones, lo que implica un crecimiento del 12,2 % en doce meses.
También aumentó desde 2014 el número de latinoamericanos que sufre inseguridad alimentaria, una coyuntura que en 2019 padecieron 191 millones de personas, casi un tercio de la región, de los cuales 57,7 pasaron hambre o estuvieron más de un día sin comer.
Sobre la malnutrición, el informe elogia los avances contra la desnutrición crónica, que se redujo de un 23 % en 1990 a un 9 % en 2019, una marca inferior al promedio mundial de 21,3 %.
Sin embargo, la FAO alertó sobre un incremento en el sobrepeso y obesidad -la otra cara de la malnutrición-, condiciones que afectaron en 2019 a un 59,5 % de los adultos y que se incrementaron especialmente entre los niños menores de 5 años.
La malnutrición, apunta el informe, afecta especialmente a las familias más desfavorecidas del mundo rural, especialmente poblaciones indígenas y afrodescendientes, y a la gente de menores ingresos de las áreas urbanas.
«Superar la grave situación que existe en algunos territorios con un alto nivel de hambre exige que las políticas públicas se focalicen en estos lugares y en las poblaciones más vulnerables que los habitan», agregó Berdegué.
Con información de EFE