(09 de noviembre del 2020. El Venezolano).- Los intereses preponderan sobre muchos otros asuntos cuando de solidaridad se trata y directamente asociandolo a la tragedia venezolana no es solamente que recibamos un «espaldarazo» virtual sino de que se sientan en concreto los efectos de ese apoyo al pasar del verbo a la acción. No se comprende tu «anuncio» de compasión o fraternidad si dejas al vecino a su suerte, más aún si tienes como atender su carencia o minusvalía y por el contrario fortaleces a quien genera su sufrimiento.
Ha sido esta una semana de gran tensión para el mundo ya que el pasado martes 3 de noviembre, en los Estados Unidos de Norteamérica se llevaron a cabo las elecciones presidenciales, en las que el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden pugnan por llegar a los 270 votos electorales para hacerse con la victoria. Todavía se desconoce oficialmente el ganador y hasta el cierre de esta nota a pesar de que los medios de comunicación dan por ganador a Joe Biden, el conteo y algunas impugnaciones en ciertos estados siguen su curso.
Probablemente me tilden de egoísta ya que solo pienso en lo que me preocupa, que es mi país, mientras algunos otros problemas internos de EEUU son más importantes para sus ciudadanos, tampoco es mi intención analizar el sistema electoral norteamericano pues es una estructura y organización muy peculiar, lo que sí me interesa transmitir a mis lectores es mi humilde opinión como Venezolano en el exilio.
Los Demócratas gobernaron desde el año 2008 hasta el año 2016 durante la presidencia de Barack Obama y Joe Biden como vicepresidente y si bien se lograron algunos avances para enfrentar al narcorégimen Venezolano, estos fueron muy tímidos, hasta timoratos, mientras que los avances para el restablecimiento de relaciones con la más antigua narcotiranía que queda en el mundo: la feroz y atroz tiranía Cubana iban viento en popa; en ese caso si fueron osados y firmes por lo cual muchos nos preguntamos. ¿Cómo se entiende o que mueve al presidente de la máxima potencia del mundo y con la democracia más antigua para restablecer relaciones con esos crueles asesinos? ¿Cómo reaccionarían los familiares de los asesinados, torturados, expropiados o confiscados, desterrados, refugiados, exiliados que todavía andan deambulando por el mundo después de 60 años?.
Obama y Biden permitieron impulsar la apertura del turismo y las remesas a esa cruel tiranía y por ende consolidarse a nivel del continente para seguir exportando la peor peste que ha tenido la humanidad, la narcotiranía comunista en donde se pierde lo más sagrado del ser humano, su LIBERTAD.
En cambio con la administración de Donald Trump se dieron contundentes y firmes pasos para lograr esa tan anhelada LIBERTAD para Venezuela, entre ellas, las sanciones de los funcionarios, el enjuiciamiento de Nicolás Maduro y de Diosdado Cabello Rondón y sus 40 ladrones quienes están solicitados por la justicia internacional incluyendo recompensas por ser agentes de Narcotráfico internacional, con una clara alianza al narcocomunismo de Cuba, Nicaragua y Venezuela. El desconocimiento a Nicolás Maduro como presidente, el reconocimiento a Juan Guaidó como presidente interino, la reiteradas medidas de protección a la empresa venezolana en territorio americano para evitar perderla por las tantas demandas, como lo es la empresa CITGO, entre tantas otras medidas.
Podrán decir que Donald Trump es impulsivo, loco, prepotente, arrogante, impredecible pero ha sido el único que nos avivó la esperanza de rescatar nuestra amada patria de las manos de esa organización criminal internacional y a quien vimos actuar enérgicamente y no dejaba de tener presente a Venezuela constantemente en numerosas ocasiones pues está consciente del peligro que representan esos usurpadores, terroristas y narcocomunistas para su país.
Si Joe Biden resulta ganador, a los venezolanos se nos hace más cuesta arriba la liberación de la patria; recurriendo a la lógica y al sentido común veremos la continuidad de la política exterior aplicada para Cuba de quienes sabemos y certificamos que son nuestros verdugos, son quienes nos han saqueado parte de la riqueza y de ser así, Venezuela seguirá siendo una simple provincia de una islita arruinada y con una élite de poder con comunistas ricachones llamada Cuba.
También es importante reconocer que afortunadamente en EEUU existe independencia entre los poderes y la Ley se cumple por lo que sin lugar a dudas los juicios en contra de Maduro y Diosdado y sus 40 capos continuarán así como la permanencia de acciones como sus respectivas recompensas. Tampoco creo que el nuevo gobierno cambie sustancialmente el criterio de que la mafia que comanda el narcotirano extranjero Nicolás Maduro es una real amenaza para los Estados Unidos.
Finalmente comento que nunca falta ver como muchos «expertos» en encuestas y análisis de estadísticas hicieron el gran espectáculo y el gran ridículo dando números exactos en los que la ventaja por la que ganaría Biden sería de más de 7 puntos; inclusive aseveraron que el estado de Florida lo ganarían por más de 6 puntos y los resultados arrojaron que dicho estado fue unos de los estados en los que Trump ganó cómodamente.
Nuestra esperanza desde la cárcel del exilio se centra en que quien resulte ganador aplique gran ponderación en todos sus actos por el bien de la humanidad y con mucho énfasis en impedir sin tregua el avance del narcocomunismo en el resto del mundo. Trump y Biden saben muy bien el papel de control necesario que debe asumir su país ante está plaga que cae sobre nuestras democracias, deseo más que nunca que la conciencia humanista, la solidaridad y la seguridad de millones de personas sean su norte.
Sincero y esperanzado de que los avances de acciones para ayudar a mi patria no retrocedan, no detengo mi afán de denuncias con el único fin de liberar a mi patria de las ataduras Castrocomunistas y así continuaré con lo que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA
José Gregorio «El Gato» Briceño Torrealba
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