(04 de octubre del 2020. El Venezolano).- Que tarea tan difícil nos ha tocado en los últimos años a los venezolanos para lograr nuevamente nuestra independencia. Me atrevo a decir que ha sido, por mucho, más penosa esta lucha que la que, guardando distancias y estoicismo, libraron nuestros predecesores para ser dueños y gobernar autónomamente a nuestra patria; lo digo pues a pesar de que en aquella gesta eran precarias las condiciones para la lucha (comunicaciones, transporte, distancias) y que obviamente se dieron muchos traspiés estratégicos, deslealtades a montón, intrigas, descrédito a los líderes del momento, no se compara con el monstruo de 1000 cabezas que se malformó en nuestro suelo luego de la llegada del hoy felizmente difunto Hugo Chávez Frías al poder. Un traidor encubierto de dimensiones colosales, un estafador sin escrúpulos que formó a cientos de ladrones, hoy sus asqueantes herederos. La mayoría de venezolanos depositó millones de anhelos para que hiciera de este hermoso e inmensamente rico país una maquinaria de progreso, eso queríamos los venezolanos, mejores oportunidades y lo demás es historia. El peor gobierno y el desmontaje y la demolición del estado para crear una organización criminal, terrorista y narcotraficante. Eso es la sinopsis de nuestra tragedia.
Pero los ladrones de mi país, esos indeseables tienen siempre a un pueblo que si bien la carga del malvivir que les han impuesto disminuye sus acciones de protesta, siempre busca mostrar su indignación ante tanto maltrato y odio de parte de los enajenados que usurpan el poder. Se prenden candelitas en cada rincón, la patria está viva, salen de sus deteriorados hogares, con una calidad de vida desvencijada a dar la pelea contra la tiranía legada por el infeliz de Sabaneta.
Desde el fin de semana pasado todos los venezolanos y el mundo vimos como se prendieron de nuevo esas candelitas, las demos esperanza, manifestaciones espontáneas en casi todos los municipios del estado Yaracuy uno de los estados más chavistas o quizás hasta hace poco el más furibundo y leal a la dictadura de todo el país.
En un territorio devastado por los 4 costados se levanta, la chispa de amotinamiento, de rebeldía aún sin fuerzas por el hambre y decadencia al iniciarse en cualquier pueblo sirve de motivación para el resto del país y eso sigue, pica y se extiende, se mantiene latente indistintamente de que «resuelvan» la grave escasez que hay, aunque hayan hecho cálculos y más cálculos de que la dotación de gasolina que está llegando les alcance para unos 60 dias aproximadamente lo que le daría «tranquilidad» al pueblo hasta mediados de Diciembre y ellos puedan seguir con su montaje fraudulento de elecciones. Es una bomba de tiempo alimentada con la pólvora del hambre, agua, electricidad, alto costo de la vida, y un larguísimo etcétera. El desespero y el rechazo a los mafiosos asesinos del pueblo por parte de nuestra gente, hagan lo que hagan para «suavizar» la ira no tiene reversa y no porque sea vidente o pitoniso, sino por lógica elemental ya que las estadísticas en materia humanística nos reflejan y nos indican que es un verdadero holocausto lo que vive el pueblo Venezolano.
Un dato importante, que es lo que más le preocupa a los narcobandoleros, al G2 cubano y por eso tienen el culillo a millón, es que las manifestaciones hasta el momento carecen de conducción política, presentándose más bien como expresiones espontáneas de sectores de bajos ingresos que fueron chavistas y se han distanciado de la secta destructora por razones obvias, agobiados por el colapso de los servicios públicos y el hambre que están pasando.
Según datos recabados por los cuerpos de inteligencia tanto civiles y como militares adeptos al régimen están muy alarmados con las manifestaciones porque detectaron que los levantamientos han sido de activistas comprometidos con la revolución y movidos por la misma gente que distribuía los CLAP en algunos sectores.
Los datos estadísticos presentados por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) ha contabilizado desde el viernes de la semana pasada, más de 130 protestas en casi todos los estados del país debido a los mismos falta en los servicios públicos.
Otra bomba de tiempo que tienen en las manos y no han podido desactivar es el salario de los militares que es más hambre y miseria ya que un Mayor General que es el de mayor rango no llega a 20 dólares mensuales y no hay recursos para aumentarles ni alcanzan las concesiones de explotación de minerales para contentarlos y cerrarles la boca.
En mis acostumbradas reflexiones desde la cárcel del exilio exhorto a seguir presionando de todas las formas posibles, con manifestaciones, trancas en todas las ciudades y pueblos colocando obstáculos de todo tipo y sin que el pueblo se exponga a detenciones por los esbirros de la tiranía, colectivos o militares y cuando recojan los obstáculos y basuras, la vuelven a colocar y así sucesivamente, evitando a toda costa su detención.
Somos pocos los venezolanos optimistas que visualizamos pronto estar comiendonos las hallacas en Diciembre este año o como muy demorado en el primer semestre del próximo año, en nuestro terruño sin Maduro, pero de que serán tumbados, serán tumbados y entregados a la justicia.
El deseo y la materialización de hechos libertarios se dirige y se enfoca hacia el logro a cortisimo plazo de que América y Venezuela resplandecerán en libertad y democracia. Así lo afirmo y apuntalo en permanente denuncia con lo único que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA