(19 de septiembre del 2020. El Venezolano).- La plenipotenciaria, heroica, ultra poderosa y revolucionaria asamblea constituyente, convocada de manera ilegal e inconstitucional por Nicolás Maduro, llega a su fin en el mes de diciembre, y no porque lo dispusieran sus inútiles miembros, sino porque fue el propio Maduro quien decretó su muerte un día 11 de septiembre al considerar que el triste papel para el cual la creó, ya está cumplido.
Lo que mucha gente tiene que preguntarse cómo es que siendo plenipotenciaria que es lo mismo que está por encima de los poderes constituidos, es el usurpador fungiendo como presidente quien decreta la extinción del parapeto
Y sí lo cumplió, y de qué manera. Sustituyó a la muy legítima Asamblea Nacional electa de manera abrumadora y mayoritaria por el pueblo venezolano, triunfo que no aceptaron en esa especie de soviet supremo que hay en la revolución. Ya es historia que para acabar con la mayoría absoluta que iba a permitir nombrar nuevas autoridades en el TSJ, y el CNE, con lo cual se reinstituciojnaizaban luego del asalto a que estaban sometidas por Nicolás Maduro, inventaron una presunta compra de votos en el estado Amazona, hecho que fue muy diligentemente estudiado por la entonces magistrada Indira Alfonzo y hoy rectora presidenta del CNE, para declarar nula la eleccion de Amazonas y así le daban un golpe al pueblo venezolano al desconocerle su voluntad.
Y de pasapalo, este esperpento, llevándose por los cachos todo el ordenamiento legal del país, convoca unas elecciones presidenciales adelantadas que fueron condenadas por la AN de Venezuela y por los países civilizados del mundo democrático como los Estados Unidos y Canadá, la Unión Europea y la casi mayoría de las naciones del continente americano
El TSJ, ilegítimo también desde su nombramiento entre gallos y medianoche una vez conocida la humillante derrota de las parlamentarias de 2015, le dio la ayudadita a la fraudulenta constituyente, declarando en desacato a la Asamblea Nacional y de esa manera toda ley, resolución o medida tomada legítimamente por este organismo del pueblo representante del pueblo venezolano,, era declarada inconstitucional por el arrodillado TSJ.
Con ese ser que rechaza y desprecia la casi totalidad del pueblo venezolano al igual que al resto de la camarila comunista que destruye el país, al frente de la ilegal constituyente, iniciaron una delictiva persecución contra los Diputados del pueblo, allanándoles la inmunidad de la cual gozan constitucionalmente y metieron presos a un buen número de éstos, mientras otros lograron huir por la frontera o se alojaron en las sedes diplomáticas de algunos países democráticos que les dieron protección.
Usurparon las funciones de la Asamblea Nacional aprobando leyes que no eran de su competencia porque estas son exclusivas de la AN, recibieron cuentas de los funcionarios corruptos del régimen, y el periodo de seis meses para el cual, presuntamente, fue electa para reformar o redactar una nueva constitución, fue toreado y casi que llega a los tres años de vida improductiva porque ni un solo artículo del nuevo texto legal ha sido redactado.
Lo que sí hizo esta fraudulenta constituyente, y la califico así porque el dictador consciente que si solicitaba un referendo para que el pueblo convocara una constituyente lo iba a perder porque su popularidad estaba por el suelo, se saltó la Constiución y él muy usurpador asumió la función del pueblo venezolano y el solito la convocó. Maduro interpretó a su antojo la Constitución y comoésta le da la iniciativa de proponer una constituyente, pero que tienen que ser aprobada pr el pueblo, se creyó que podía hacer a un lado al soberano.
La oposición democrática no podía asistir a este bodrio convocado de manera ilegal y al gusto de Nicolás Maduro y con el apoyo del TSJ y el CNE, sectorizando la votacón con lo cual eliminó la universalidad del voto. Algo así como el 52 por ciento de los constituyentes sería electo por sindicatos, comunas, gremios y demás parapetos paralelos que en su tenebroso camino habían ido formando bajo la dirección del engendro infernal de Sabaneta de Barinas. De esa manera se garantizaban la mayor parte de las curules a elegir pues del restante porcentaje a escoger con sacar apenas un veinte por ciento les aseguraba el dominio del fraudulento esperpento constituyente.
De esa manera se aseguraban que no iban a recibir la paliza que les dio el pueblo venezolano en las parlamentarias del 2015 y con un rechazo de la casi totalidad del pueblo por el desastroso desempeño de Nicolás Maduro que habia llevado al pais a unos niveles de desabastecimiento, de pobreza, de inflación y colapso de los servicios públicos elementales jamás vistos en la historia republicana de Venezuela.
Pero vamos el fraude de la constituyente. Veamoslo que especifican los artículo 347, 348 y 349 de la Constitución.
Artículo 347 El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución.
Artículo 348 La iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrán tomarla el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; la Asamblea Nacional, mediante acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes; los Concejos Municipales en cabildo, mediante el voto de las dos terceras partes de los mismos; o el quince por ciento de los electores inscritos y electoras inscritas en el Registro Civil y Electoral.
Artículo 349 El Presidente o Presidenta de la República no podrá objetar la nueva Constitución. Los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente. Una vez promulgada la nueva Constitución, ésta se publicará en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela o en la Gaceta de la Asamblea Nacional Constituyente.
Es evidente un nuevo frude contra el pueblo. Esta constituyente , aun siendo ilegal y fraudulenta está obligada a presentar el trabajo que le pauta el texto sagrado de la república de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución, la cual debe ser sometid al pueblo para su aprobación. Claro estamos que este requisito se lo van a altar como ya es costumbre en tiempos de reolución cuando han agarrado la constitución para mancillarla, usarla como papel sanitario..