(04 de septiembre del 2020. El Venezolano).- Venezuela es el país de la región con menor cantidad de pruebas PCR realizadas hasta el mes de julio, tanto en promedio semanal como acumuladas, asegura un análisis realizado por Ecoanalítica, en el cual afirma que, hecho, el número de pruebas totales a nivel nacional equivale a 6,8% de las pruebas realizadas en Panamá.
Destaca la empresa consultora, que el diagnóstico de los casos de COVID-19 representa un paso importante para poder determinar las acciones gubernamentales a tomar, no sólo en materia de salud sino también de forma económica, dependiendo del número de casos, su tendencia y visualizar posibles escenarios a futuro
Las pruebas PCR son aquellas que detectan el virus dentro del cuerpo del individuo, mientras que las pruebas rápidas serológicas sólo detectan los anticuerpos. La mayoría de las pruebas realizadas en Venezuela son las rápidas, equivalentes a 94% del total realizadas dentro del mismo período de tiempo. Esto puede resultar más alarmante cuando tomamos en cuenta que el Ministerio de Salud indica que los casos confirmados de COVID-19 son sólo los que tengan una prueba PCR positiva.
Explican que en teoría, una prueba rápida positiva es razón para realizarse la PCR y confirmar la posesión del virus. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que se deben realizar, al menos, mil pruebas PCR por millón de habitantes. Venezuela sólo realizó 15,9% de la cifra requerida (90.686 pruebas de 569155 que debieron haberse hecho). De hecho, el informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de junio establece que se hicieron 73,6% de pruebas PCR menos de lo que se debería hacer en promedio cada semana.
Con una menor cantidad de pruebas PCR, es muy probable que los datos oficiales representan un número menor que la cantidad de casos que realmente hay en el país. Además, el procesamiento de pruebas está completamente centralizado. Con sólo dos centros autorizados para desarrollarlas, se generan limitaciones en el diagnóstico y retrasos en la entrega de resultados. Las cifras que vemos son apenas la punta del iceberg. En este sentido, surge la interrogante de cuándo se podría reabrir de forma completa la economía, pues Venezuela lleva ya seis meses de confinamiento, con ciertas semanas de flexibilización desde mayo, pero con fuertes golpes en la actividad económica.
La OMS recomienda que, si el porcentaje de pruebas PCR es mayor a 5%, se deben mantener los controles de confinamiento. Para finales de julio, los casos positivos eran 18,3% de las pruebas PCR. Ya para el 1 de septiembre el número de casos aumentó 182,0% desde la fecha (con 46.728 casos). Las preocupaciones sobre la actividad económica incrementan, pues los impactos no han sido triviales. Desde Ecoanalítica estiman una contracción de 33,5% para 2020, sin contar en la persistencia de un entorno de altos niveles de inflación y una industria petrolera por el piso. No obstante, con una tendencia al alza del número de casos, y tomando en cuenta que estas cifras pueden estar subestimadas, la incertidumbre de una “vuelta a la normalidad” parece cada vez más lejana, advierte Ecoanalítica.