(01 de septiembre del 2020. El Venezolano).- Los sentimientos de Yolanda Bejarano se cruzan entre la alegría de volver a salir tras la cuarentena de más de cinco meses decretada por el Gobierno en Colombia y el miedo al contagio con coronavirus.
Y ella sabe muy bien de qué habla. Su hermano falleció hace un mes tras resultar contagiado mientras trabajaba como conductor de autobús en Bogotá.
“Por una parte me siento contenta porque se puede volver a reabrir la economía y todo, pero por otra parte siento tristeza porque hay mucha gente que no se cuida y creen que la pandemia es un juego”, dijo Bejarano, de 55 años, mientras compraba un pasaje en el terminal de autobuses para enviar a una sobrina a la ciudad de Ipiales, en la frontera con Ecuador.
“Hay mucho miedo, más con esta experiencia de que ya mi Dios nos quitó mi hermanito, tengo mucho miedo”, afirmó.
Colombia salió el martes de un aislamiento obligatorio que inició el 25 de marzo para tratar de contener la pandemia, que ha dejado más de 615.000 contagiados y 19.663 muertos.
El Gobierno reabrió con algunas restricciones la mayoría de las actividades económicas, incluyendo el transporte público por carreteras y permitió la operación de 15 aeropuertos en una primera fase en la que se utilizará el 20% de su oferta normal.
“Empezamos esta nueva etapa con un mensaje: la guardia en alto, no podemos salir desaforados (…), tenemos que entender que para reactivar productivamente y socialmente nuestro país, nuestra responsabilidad significa lo más importante”, dijo el presidente Iván Duque.
El extenso confinamiento sumió a la cuarta economía de América Latina en una contracción de 15,7% en el segundo trimestre y disparó el desempleo a un récord de casi 25%, con 4,15 millones de personas que perdieron sus puestos de trabajo.
“Fueron unos meses muy complejos, unos meses muy difíciles, con el comercio cerrado, con dificultades para las compañías”, dijo Rafael Aaron, representante de una fábrica de textiles, tras bajar del avión proveniente de la ciudad de Medellín. “Bienvenida la apertura, que podamos venir a trabajar”, dijo.
RECUPERACIÓN LENTA
Pero el país de 50 millones de habitantes aún está lejos de retornar a la normalidad.
La tranquilidad de Aaron contrasta con la incertidumbre de Nicolás Nader, quien junto con sus socios se vio obligado a liquidar su firma Barra 3 tras cerrar definitivamente tres de los seis restaurantes y bares que conformaban la empresa.
“¿Qué puede pasar ahora? No sé, es una incertidumbre que nosotros no sabemos”, dijo el empresario -cuya compañía ahora se llama Food Hub-, refiriéndose a la dicotomía entre los anuncios del Gobierno Nacional y local sobre las medidas.
Como ejemplo, los restaurantes podrán operar a una cuarta parte de su capacidad.
El Gobierno lanzó un periodo de aislamiento “selectivo”, en el que las autoridades locales podrán prohibir o limitar la movilidad, como en Bogotá, en donde sectores como el comercio, la manufactura, los restaurantes y otras actividades se turnarán por días para operar, lo que amenaza con demorar la recuperación de la economía.
También se mantendrán las restricciones a eventos masivos y la concentración de grandes multitudes.
“En la medida en que el comercio esté cerrado o ajustado se termina frenando toda la cadena productiva hacia atrás”, sostuvo Juan Esteban Orrego, director de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, para Bogotá. “Todavía no es rentable”.
Según el gremio, solo en Bogotá cerca de 58.000 establecimientos comerciales cerraron definitivamente, equivalente al 31% del total.
“Muchos sitios de los que lograron aguantar hasta ahora no van a lograr aguantar este mes o estos dos meses que van a quedar de prueba y error”, sentenció Nader, de Food Hub.
Ya 41.000 de los 90.000 establecimientos gastronómicos del país reportaron que no volverán a abrir, según Acodrés, el gremio que los representa.
“El confinamiento selectivo de septiembre me deja con muchas dudas y creo que la incertidumbre es más alta, eso es un problema”, dijo Sergio Olarte, economista jefe para Colombia de Scotiabank, quien espera una contracción del PIB de 7,5% este año, superior al 5,5% estimado por el Gobierno.
Reuters