(20 de agosto del 2020. El Venezolano).- Una frase de Joseph Conrad (1857-1924) en uno de sus relatos asevera, claramente, sobre el sentimiento del miedo: “el miedo Siempre permanece. Un hombre podría destruir todo lo que lleva dentro de sí mismo: el amor, el odio, las creencias e incluso la duda. Pero, mientras experimente apego por la vida no podrá destuir el miedo”.
Y, es así, como por la incertitud que ha influido sobre la pandemia del coronavirus, los corros se orientan de forma errática, situación que ha animado un temor legítimo en los inversores de comodities y stocks, razón por la cual desde marzo pasado, los mercados entraron en pánico por la guerra del petróleo en el seno de la OPEP entre Arabia Saudí y Rusia, que dieron una remecida a las Bolsas, más el coronavirus que hasta el Ibex 35 sufrió su peor baja desde el Brexit y Wall Street se vio precisado a suspender por frenar el momento tan incompatible y las caídas bruscas, tras la causada por el petróleo y el miedo al virus. Tal y como se esperaba, la volatilidad se ha extendido por varias semanas, durante el lapso marzo/agosto, cuando se ha mostrado sin previos (extrema) en los mercados por acción puntual de la COVID-19, que ralentiza la fluidez regular de todas las actividades comerciales.
Tal es la histeria colectiva que durante la primera semana de este mes los mercados internacionales mostraron altibajos importantes en sus valores al cierre del viernes 7/8. Pero, en Europa predominaron los saldos positivos, aunque el Ibex 35 de España reflejó la merma de un 0,11% sobre sus acciones.
No obstante, en medio de la pandemia, aún hay lugar para invertir; quizá a corto plazo, pues por la volatilidad que se dio en el precio de las acciones, algunos tomaron ganancias y reinvirtieron.
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