(19 de agosto del 2020. El Venezolano).- La Unión Europea, a través de su vocero , el español Josep Borrel, ha dicho no a las elecciones parlamentarias convocadas de manera fraudulenta por el régimen usurpador de Nicolás Maduro quien planea emular a su antecesor y padre putativo, Hugo Chávez Frías, quedándose en el poder hasta el final de los tiempos.
Por cierto, para convencerse aún mejor de las intenciones de estos asaltantes del poder en Venezuela, basta recordar el referendo consultivo al cual fue convocado el pueblo venezolano en el año 2007 y propuesto por Chávez. El engendro infernal de Sabaneta de Barinas perdió el proceso. El pueblo le dijo que no, que se conformara con una reelección.
Las reseñas periodísticas de la época hablaban de un Chávez iracundo que al conocer la decisión del pueblo de no aprobar la reelección eterna que proponía, pateó escritorios, lanzó contra la pared hasta cuadros de los héroes de la independencia que encontraba a mano y vociferaba todo tipo de insultos. Calificó de pírrico el triunfo del NO.
Y qué pasó?. Sencillamente que Chávez desconoció esa decisión soberana del pueblo venezolano y apeló a todo tipo de artimañas y galimatías con el organismo electoral y con el Tribunal Supremo de Justicia para que fuera realizado un nuevo referendoest5a vez promovido por la Asamblea Nacional al cual accedieron de la manera más sumisa, obsecuente y complaciente. El pueblo se cansó y Chávez se salio con la suya y el CNE declaró ganadora la propuesta de la reelección eterna. A Chávez le supo a mierda la decisión del pueblo de Venezuela cuando le dijo que no la primera vez, que fue la convocatoria legal. Es que no son demócratas. Son golpistas comunistas que no creen en democracia pero que se aprovecharon de ella para tomar el poder que no pudieron conquistar por la vía armada y violenta
La Unión Europea, antes de recibir cualquier invitación a participar como acompañante de la zarabanda electoral del mes de diciembre, que no es lo mismo que observador porque el acompañante en un convidado de piedra y más nada, adelantó criterio y ha expresado a los venezolanos y al mundo que no existen las condiciones para que en Venezuela se dé un proceso electoral realmente ajustado a las normas democráticas.
Es que ni siquiera se trata de que existan las condiciones porque haya un organismo electoral realmente independiente que sea capaz de hacer respetar la decisión soberana del pueblo, sino de la naturaleza autoritaria y dictatorial del régimen que ha secuestrado la democracia, que participa en elecciones para ver si gana. Si no gana, arrebata y desconoce que hubo un pueblo que salió a elegir a su autoridades, ya sean parlamentarias, estadales, municipales o el propio Presidente de la república.
Eso fue lo que hizo Chávez en el 2007, y fue lo que hizo Maduro con las parlamentarias del 2015 ganadas por paliza por la oposición que obtuvo mayoría absoluta para así rescatar la institucionalidad del país asaltada por el fascismo revolucionario designando autoridades realmente pulcras en el TSJ, en el CNE y en el resto de las instituciones arrodilladas al régimen. Ese resultado desfavorable a Maduro, que era un adelanto de lo que vendría por parte del pueblo contra el régimen que ya agonizaba, Nicolás lo agarró y se lo metió por el bolsillo de atrás, y le cupo.
Ya es historia, pero es bueno recordarlo hasta el cansancio. Mandaron a alguien a denunciar que en Amazonas se había practicado la compra de votos y eso fue motivo para que el TSJ arrodillado y genuflexo anulara la elección de los diputados del estado Amazonas y con ello se echaba al pico la mayoría absoluta de la oposición. Por cierto esa resolución pícara del TSJ fue redactada, para variar, por la Jueza Indira Alfonzo, quien fue designada Presidenta del organismo electoral.
Después vino la vagabundería del tristemente célebre desacato aplicado por el TSJ al organismo que le dio vida y con ello comenzar a anular todas las resoluciones, leyes y demás instrumentos legales aprobados por la mayoría opositora, buena parte de los cuales dirigidos a sacar del poder por la vía constitucional a Nicolás Maduro con lo cual se hubiera salvado al país de la desgracia que vive en estos momentos de destrucción a que ha sido sometido por la incapacidad y la corruptela revolucionaria.
Luego, vendría el golpe de gracia, la convocatoria de una constituyente con el único fin de anular definitivamente a la Asamblea Nacional electa soberanamente por el pueblo venezolano. Esta convocatoria arrastró a la constitución por el lodazal al brincarse el artículo que obliga a consultar al pueblo si quiere o no una constituyente. La convocaron saltándose ese requisito porque sabían que hubiera sido rechazada por el pueblo que votó la nueva AN.
Finalmente la minoría oficialista en la AN no quiso que se dieran las dos terceras partes necesarias para la designación del nuevo CNE que esperaba ansiosamente el pueblo venezolano para recobrar su credibilidad en ese organismo, de manera que el TSJ saliera con el cuento de la omisión legislativa y permitirle al régimen escoger a unos rectores que jugarían el mismo papel de las comadres.
Esta jugada no tuvo otra razón de ser que continuara la decepción del pueblo y su negativa de asistir a un proceso convocado por un CNE que no le garantiza el respeto al voto. Así, con una mínima participación, en medio de la abstención que provocará la pandemia, con el conocido y grotesco ventajismo gubernamental que utilizará los recursos oficiales para arrastrar a cuantos pueda a votar ese día, el CNE declara ganador I-RRE-VER-SI-BLE a los candidatos del régimen con cuatro gatos que asistieron a votar y el CNE declara que votaron unos nueve millones de electores.
El mensaje de este cronista a los pocos que aun quieren ir a votar, aupados por un grupo de colaboracionistas que ha comprado el régimen a punta de billetes verdes , es que no hay forma de ganarle porque el régimen arrebata si pierde.
No hay que votar señores. Los gobiernos de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y la casi totalidad de los países del continente, seguirán reconociendo a Juan Guaido hasta que implosione este régimen.
El ilegal parlamento hará lo mismo que hizo con Chávez y con el mismo Maduro antes de ser ganado por la oposición: Habilitará al usurpador y le otorgará las facultades que no tiene para que legisle por decreto.
Maduro será el parlamento.