(18 de agosto del 2020. El Venezolano).- El ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, ha planteado la necesidad de desarrollar «mecanismos» para garantizar el suministro de la vacuna contra el coronavirus a países sancionados, en el marco de la iniciativa de México y Argentina para desarrollar un fármaco contra la COVID-19 destinado a América Latina.
El canciller venezolano lanzó la petición en el marco de la cumbre telemática de ministros de Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) celebrada el lunes para valorar dicha iniciativa.
Arreaza «instó a considerar mecanismos contra las medidas coercitivas unilaterales que garanticen el acceso a los medicamentos y vacunas a países como Venezuela y Cuba», según ha informado el Ministerio de Exteriores venezolano en Twitter.
El jefe de la diplomacia venezolana defendió que «son momentos de unidad, más allá de cualquier diferencia política e ideológica». «Agradecemos la iniciativa de ir juntos en cualquier camino que nos lleve a la salud y al bienestar de los pueblos», declaró.
No obstante, abogó también por tener en cuenta «las otras opciones de vacuna contra la COVID-19 que se desarrollan, como el proyecto ruso Sputnik V y las capacidades científicas de China».
A este respecto, el ministro venezolano destacó «las grandes capacidades de producción que tiene América Latina» –Rusia ya ha apuntado a la región como uno de los puntos de producción de la Sputnik V– y «la transferencia tecnológica» que supondría para los sistemas sanitarios del subcontinente americano.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, celebró el pasado domingo el hallazgo de la Sputnik V y se propuso como candidato para ser de las primeras personas en recibirla con el propósito de generar confianza.
«Celebro la vacuna rusa y celebro que Rusia sea el primer país del mundo que va a vacunar masivamente a su población. Llegará el momento en que nos vacunemos todos, el primero que se va a vacunar soy yo, me voy a poner la vacuna, para dar el ejemplo», afirmó.
En la misma línea, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo en la rueda de prensa del lunes que, si se demuestra la eficacia de la vacuna rusa o de la china –ya patentada– y llegan antes que la latinoamericana, se pondrá en contacto con dichos países para conseguirla.
«Y, para que no quede duda de la importancia que tiene para nosotros, yo sería el primero en dejarme vacunar, porque me importa mucho, pero tenemos que conocer bien lo que está sucediendo y garantizar que sea algo efectivo y que esté también al alcance de toda la gente», apuntó López Obrador.
UNA VACUNA PARA AMÉRICA LATINA
Numerosos países se han lanzado a la carrera por desarrollar una vacuna contra el coronavirus, incluidos México y Argentina, que la semana pasada anunciaron que han llegado a un acuerdo con la Fundación Carlos Slim, la Universidad de Oxford y el laboratorio británico AstraZeneca para conseguir su propio fármaco y distribuirlo en la región.
El ministro de Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, destacó el lunes en la cumbre de la CELAC que «esta colaboración, sin fines de lucro, permitirá que la región pueda acceder a la vacuna entre 6 y 12 meses antes de lo esperado», de acuerdo con una nota de la Cancillería mexicana.
Ebrard defendió que «esta pandemia afecta a todos, sin importar postura política o ideología», por lo que los países latinoamericanos deben «poner a un lado las diferencias y trabajar por un interés común». «América Latina y el Caribe se distinguen por su histórica fraternidad, solidaridad y amistad mutua», enfatizó.
En la misma línea, el ministro de Exteriores argentino, Felipe Solá, esgrimió –citando a su presidente, Alberto Fernández– que «nadie se salva solo». «Nos salvamos en conjunto», recalcó.
Europa Press