(13 de agosto del 2020. El Venezolano).- El FBI se unirá a las investigaciones abiertas en Líbano en torno a la explosión registrada el 4 de agosto en el puerto de la capital, Beirut, según ha informado este jueves el subsecretario para Asuntos Políticos de Estados Unidos, David Hale.
Hale, que ha llegado durante la jornada a la ciudad libanesa, ha señalado además que pedirá reformas a las autoridades del país durante las reuniones que mantendrá en las próximas horas en el marco de su visita oficial, según ha recogido la agencia estatal libanesa de noticias, NNA, reportó Europa Press.
El Departamento de Estado estadounidense ha indicado que Hale, que estará en el país hasta el sábado, «expresará sus condolencias al pueblo libanés por sus pérdidas como resultado de la devastadora explosión» y «reiterará el compromiso del Gobierno de Estados Unidos con apoyar al pueblo libanés a recuperarse de esta tragedia y reconstruir sus vidas».
Asimismo, ha dicho que durante sus reuniones «subrayará la necesidad urgente de llevar a cabo reformas fundamentales a nivel económico, financiero y de gobernanza, poner fin a la corrupción endémica, lograr la rendición de cuentas y la transparencia e introducir un control generalizado del Estado a través de instituciones funcionales».
«Además, recalcará la voluntad de Estados Unidos de apoyar a cualquier Gobierno que refleje la voluntad de la población y esté realmente comprometido con actuar para impulsar esta agenda de reformas», ha remachado el Departamento en su comunicado, publicado en su página web.
El primer ministro libanés, Hasán Diab, anunció el lunes la dimisión del Ejecutivo a raíz de las movilizaciones en el país para exigir responsabilidades por las explosiones, un discurso en el que sostuvo que su Gobierno «da un paso atrás para estar junto a la población».
El incidente ha sido atribuido inicialmente a la explosión accidental de 2.750 toneladas de nitrato de amonio mal almacenado, si bien el presidente libanés, Michel Aoun, dijo el viernes que aún no descarta la posibilidad de que una «interferencia externa» fuera la causa. Asimismo, rechazó una investigación internacional.
Las explosiones, que han dejado más de 170 muertos y 6.000 heridos, han tenido lugar en un momento en el que Líbano atraviesa una grave crisis económica –la peor desde la guerra civil (1975-1990)– y se teme que la destrucción ocasionada por las mismas impacten directamente en la importación de alimentos y otros productos básicos.