Conmoción en el círculo político cercano del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, causó la petición que realizara el senador colombiano José David Name al presidente Iván Duque de “intervenir cuanto antes” la empresa Monómeros Colombo Venezolanos S.A., filial en Colombia de la estatal Petroquímica de Venezuela (Pequiven), por malos manejos financieros.
Lo más grave es que la acusación del representante del Partido de la U es que señala que los directivos gastan sumas de hasta $4.000.000 en viajes, alojamiento y otras cosas al año, pero, contradictoriamente, la producción de fertilizantes está en su nivel más bajo en el mercado nacional neogranadino con apenas el 35%.
Y al principio hablábamos de “conmoción” porque es que los gerentes y los directivos venezolanos son “cuotas de los partidos del G4”, es decir, la corrupción y los malos manejos son de parte de quienes juraron “proteger y rescatar de la plaga roja los activos de Venezuela en el mundo”.
Pero la denuncia de este hecho no es nueva. El primer campanazo lo realizó el exrepresentante de Venezuela en el vecino país, Humberto Calderón Berti el 1 de diciembre de 2019. “En Monómeros quisimos hacer un ejemplo de lo que será una Venezuela distinta, se sugirieron a unos profesionales que yo no conocía y cuando vimos las referencias todos venían del sector petroquímico. ¿Qué hicieron los partidos? Metieron la mano y pusieron a gente no calificada”.
Esta “corrupción azul” -por aquello de ser opositora bien puede ser naranja, amarilla, blanca o verde- me recuerda en sus acciones al poema de John Milton Paraíso Perdido cuando Satanás como protagonista dice: “El mejor partido que nos queda es el de emplear nuestras fuerzas en un secreto designio: el de obtener por medio de la astucia y del artificio lo que la fuerza no ha alcanzado…”.
Por cierto, que habrá pasado con la petición que realizó una diputada en febrero y cuyas palabras fueron: “Le exigimos a la junta directiva de Monómeros que dé cuenta a Venezuela y a los venezolanos de sus estados financieros, de su actuación administrativa y de a qué personas se les ha otorgado contrato”. Dos meses después el informe no llegó o no fue conveniente mostrarlo.
Por otro lado, en la pasada columna escribía sobre la inacción del nombrado representante del gobierno interino en Colombia, Tomás Guanipa, ante los desalojos que hacen de venezolanos en todo el territorio colombiano por no poder pagar arriendo que van desde los $3 diarios en adelante, ¿Será que Monómeros puede acudir al rescate o es que mantener las arcas de algunos jerarcas partidistas es más importante? Por si se les olvida a los miembros del G4, esta es la gente que vota.
Auxilio… Un respiro parece tomar el gobierno de Nicolás Maduro con el arribo de tres tanqueros provenientes de México. El gobierno de López Obrador se salta las sanciones de Estados Unidos y apoya a su “cuate revolucionario” en una jugada hecha a dos bandas, por un lado, los cubanos y por otro lado el exgobernador y embajador de Maduro en esos lares, Francisco Arias Cárdenas. Lo cierto es que los barcos y su carga llegarán a las instalaciones de la recién puesta en marcha refinería El Palito. Por cierto, ¿qué pensará el gobernante de turno en el Palacio de Los Cóndores sobre el personaje que le está salvando el pellejo?, “Pancho” tampoco da puntada sin dedal.
Candelero… Lo que tiene el gobierno en los pies. Las protestas por la falta de combustible se multiplican con rapidez y a ellas se van sumando otras por comida, agua, y electricidad en todo el país . Para ninguna tiene en estos momentos capacidad de respuesta y solo queda recurrir a las amenazas y detenciones. Mucho descontento será canalizado hacia funcionarios que no toman decisiones de alto nivel pero que mantienen la verborrea del “leales siempre, traidores nunca”. Ojalá no se llegue a los extremos.
Refinería… El Palito no produce gasolina. Puede recibir crudo y procesarlo hasta obtener destilados porque no ha arrancado la planta catalítica, la cual no produce gasolina y menos sin los aditivos necesarios. Para quienes pensaban que el humo negro que salía de sus chimeneas era sinónimo de producción, lo sentimos, es solo que están precalentando las máquinas y quizás, si todo sale bien, en un mes pueda producirse combustible con sello nacional.
Medidas… Las que tomó Omar Prieto en los Mercados municipales, en especial Las Pulgas, con un aparataje que incluye un corredor de entrada con policías, bomberos y un toldo para pruebas rápidas de Covid-19. Gobernador, de nada vale si luego la gente se quita las mascarillas, no guarda las distancias y una vez cerrado el acceso se mudan a las calles adyacentes a seguir con la jornada de venta. El hambre no sigue horarios.
Ayudas… Algunos partidos políticos han recurrido a la entrega de ayudas a algunos miembros de sus estructuras ante la imposibilidad que estos tienen para producir lo necesario para la compra de alimentos. Unos lo han hecho en dinero, mientras que otros han hecho “vacas” entre sus directivos para comprar alimentos y entregarlos. La intención cuenta, pero no basta. No son solo unos pocos los que están viendo un panorama oscuro en esta pandemia. “Les dieron unas migajas a los secretarios solamente y se olvidaron de los coordinadores y los que estamos en los centros electorales que somos los que defendemos los votos, que se pongan las pilas o se van a estrellar feo”, señala una representante de un partido “fuerte” en el Zulia.
Aurinegros… Me dicen que el reciente “Live” realizado con Guaidó con los líderes y representantes del Zulia fue preparado por la gente de Primero Justicia, y que de los primeros voceros convocados sólo Juan Carlos Velásco (AD) era de un partido distinto a PJ. “Todos los demás son militantes o simpatizantes de esta tolda política que busca recuperar espacios”. La jugada iba a salir bien hasta que se enteraron en UNT y VP y exigieron participar. A mi juicio quedaron por fuera otros diputados como José Luis Pirela para hablar sobre seguridad en la región; así como representantes de partidos minoritarios y sociedad civil. Es tiempo de unión, “aunque sea de mentira y con el pañuelo en la nariz”.
Disparados… Los precios de los alimentos ya se van colocando a cifras inalcanzables para algunos. El kilo de carne va desde los 600 mil Bs hasta sobrepasar el millón en los cortes de primera. El kilo de queso se ubica cercano a los 600 mil y el cartón de huevos en 450 mil. Todo esto sobrepasa el salario mínimo nacional y los bonos asignados por el presidente Nicolás Maduro se los traga inmediatamente la inflación que ellos mismos producen en una economía contraída. Por ahora en los barrios sacian el hambre con frutas de temporada como mangos y nísperos, y después.
Boicot… Diosdado Cabello llamó a dejar de comprar los alimentos producidos por Empresas Polar, sabrá por casualidad que esta empresa es la que prácticamente mantiene el mercado interno de alimentos. Que la harina que producen es la salvación de muchas familias porque permite varias formas de preparación. No todos pueden comprar delicatessen en mercados exclusivos con despacho a puerta y los Clap – esos que el protector de Nueva Esparta Dante Rivas dijo que debían durar tres meses- no llegan puntuales, ni mucho menos completos. Los políticos y sus cosas.
Contrabando… Ahora es más barato traer gasolina de Colombia para surtir el mercado negro en el Zulia ante los altos precios del escaso carburante local, pero no termina de convencer a los compradores porque “viene ligada y puede dañar el motor”, me dice un amigo que es preparador de carros de competencia. También se burla del “teatro montado ahora donde ponen presos a militares y policías por vender gasolina en dólares. Hermano, ese negocio llena muchas manos”. Otro amigo, pero del Sur del Lago, me cuenta que “no hay gasolina para los productores, pero las gandolas que pasan combustible a Colombia después de Cachamana, municipio Machiques de Perijá, y Casigua El Cubo, municipio Jesús María Semprún, siguen pasando”. Pregunto el destino y un amigo periodista colombiano me responde. “No se meta en aguas profundas, eso va a los laboratorios de producción de coca”. ¿Esto lo sabrá el Alto Mando militar, el gobernador y las autoridades municipales? ¿Quién le pone el cascabel al gato?
“Nadie puede llevar una máscara durante mucho tiempo”… ¡Hasta el próximo baile!
Sandy Ulacio García
Periodista, asesor y analista político
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