(22 de octubre de 2019. El Venezolano).- Organizaciones sociales preparan una huelga para desconocer los resultados de las elecciones en Bolivia mientras Evo Morales, el primer presidente indígena y con el mandato más largo de la historia, mantiene polarizado al país entre quienes lo admiran por su exitosa gestión económica y los que le reprochan su falta de respeto al voto popular.
“Vamos a parar el país en forma indefinida”, dijo este martes el líder social Luis Fernando Camacho en Santa Cruz, bastión opositor del país, donde se darán cita representantes de organizaciones ciudadanas y opositoras para “definir medidas contra el fraude”.
Morales desconoció el voto de un referendo en 2016 que le dijo no a una tercera reelección no autorizada por la constitución que él mismo había aprobado en 2009. Pero forzó su postulación amparado en un controvertido fallo del Tribunal Constitucional, lo que generó protestas en todo el país que fortalecieron a la débil oposición y acabaron mermando la popularidad del mandatario de 59 años, antes imbatible en las urnas.
Las elecciones del domingo mostraron una caída en su caudal electoral y la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de interrumpir el conteo rápido que vaticinaba una eventual segunda vuelta generó sospechas de fraude que derivaron en disturbios en varias ciudades del país.
Los tribunales electorales en Potosí y Tarija fueron incendiados y hubo saqueos en Sucre hasta la medianoche del lunes. Una turba que la policía no logró contener incendió la sede del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales. También La Paz vivió una noche de protestas, reseñó AP.