(17 de Octubre del 2019. El Venezolano).- Decenas de manos panameñas se pusieron manos a la obra para cocinar lo nunca visto: un patacón de 111,4 kilos de peso y más de tres metros de diámetro.
Con su audaz preparación del miércoles no sólo lograron romper un récord Guinness, sino también llamar la atención sobre las olvidadas comunidades aborígenes del país centroamericano.
El patacón o tostón, como se le llama en otros países latinoamericanos, se hace del plátano verde o recién cosechado. Al fruto se le quita primero la cáscara y se lo fríe en pedazos, luego se saca y se lo machaca para pasarlo nuevamente por la sartén u olla en aceite caliente.
La comunidad del grupo emberá en Ipetí, a unos 60 kilómetros al este de la capital de Panamá, fue el escenario para el reto que coincide con el Día Mundial de la Alimentación.
Para el desafío se utilizaron 1.150 plátanos, varios galones de aceite y una olla gigante. Hombres y mujeres pelaron las frutas, las molieron, prepararon la masa sobre hojas de bijao –una planta verde que suele utilizarse para envolver comida– y tras colocarla en una malla metálica la llevaron a una caldera con el aceite caliente. El peso que requerían para lograr el récord era de al menos 100 kilos. El juez Carlos Tapia, de Guinness, certificó su logro al final de la jornada. “De Panamá para el mundo, este increíble patacón”, dijo por la tarde.
Después de presentar su creación ante el juez, los panameños trasladaron su megapatacón a una cancha de futbol donde un centenar de personas presenciaba lo ocurrido y Tapia entregó el certificado del récord.
“Ahora son oficialmente récord Guinness. Son oficialmente asombrosos”, dijo
Los plátanos fueron sembrados y cosechados por la comunidad emberá en Ipetí en el Alto Bayano y la actividad fue aprovechada por los originarios para exhibir su cultura, sus danzas y artesanías.
El cacique del Congreso General emberá en Alto Bayano, Rodolfo Cunampio, dijo a la AP: “Lo que queremos con esto es decirle al mundo que en Panamá hay indígenas que exigen la inclusión y que se nos abra las puertas de oportunidades para beneficio de la población. Hoy demostramos que sí podemos lograr cosas importantes junto a otra gente”
Los emberás son uno de los siete grupos indígenas en Panamá, donde los aborígenes representan el 11% de la población total del país, de más de cuatro millones, y es el segmento más golpeado por la pobreza. El 70% de los emberás, por ejemplo, viven en la miseria, según estimaciones oficiales.
Luego de la ceremonia el patacón fue repartido entre los pobladores y asistentes.
Ipetí es una comunidad de algo más de 700 personas; practican básicamente la agricultura y viven de la agricultura y las artesanías. Ellos dicen que tienen problemas para contar con medicamentos básicos y oportunidades de trabajo fuera de su pueblo. Están en una batalla, asimismo, para sacar a colonos que han invadido sus tierras en los últimos años.
Los plátanos que se usaron fueron sembrados y cosechados por los pobladores de la comunidad, la actividad también fue aprovechada por los originarios para exhibir su cultura, sus danzas y artesanías.
“Tenemos mucha riqueza cultural, tenemos mucha riqueza espiritual y ambiental que necesitamos compartir y enseñar”, dijo a la AP Sara Omi, autoridad tradicional del Congreso General Emberá de Alto Bayano y una de las impulsoras de la iniciativa.
Con información de AP