(15 de octubre del 2019. El Venezolano).- Venezuela necesita un gran acuerdo nacional para la paz, un entendimiento político con todos los factores que permita la gobernabilidad, para salir de esta grave crisis. Esa es la vía más expedita para solucionar la coyuntura política que vivimos, porque esto ya no es un problema sólo del gobierno, ni del PSUV, hoy es un caos que padecemos todos venezolanos. Por ello, necesitamos buscar los puntos de coincidencia para avanzar e ir destrancando el juego. Hay que buscar los consensos para avanzar y profundizar en el dialogo y el entendimiento, para que reine el respeto y la tolerancia.
El acuerdo de la Casa Amarilla firmado el 16 de septiembre por cuatro partidos de la oposición y el gobierno, forma parte de la búsqueda, para darle continuidad al dialogo que había cesado en Barbados.
Estas organizaciones políticas y sus dirigentes (MAS Felipe Mujica, Avanzada Progresista Luis Augusto Romero, Cambiemos Timoteo Zambrano, Soluciones Claudio Fermín), creen y están convencidos al igual que yo, que la solución debe ser a través del dialogo, por una vía pacífica y electoral. Esta iniciativa comienza a dar sus frutos, el gobierno se incorporó a la Asamblea Nacional, prometió la liberación de los presos políticos y fueron liberados el diputado Edgar Zambrano vicepresidente de la AN y otros presos, deben seguir las conversaciones para que el gobierno con sus diputados en la Asamblea Nacional se comprometa a elegir por consenso un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), y estos nuevos rectores hagan lo conducente para la convocatoria de unas elecciones libres, para que la ciudadanía vuelva a tener confianza en los procesos electorales y en el voto. Lamentablemente no hubo entendimiento en Noruega, ni en Barbados, como tampoco lo hubo el 2014 y el 2017, me pregunto ¿Abrirá la Casa Amarilla la puerta de Oslo?.
Liberación de presos políticos y nuevo CNE
Todo lo arriba expuesto es posible si se normaliza el Poder Legislativo, si se avanza hacia la reconstitución de la Asamblea Nacional, si se levanta el desacato, para que el parlamento retome su función como centro de discusión y debate para la búsqueda de soluciones. Para ello, el gobierno debe hacer un alto en la persecución de los diputados y opositores perseguidos, donde unos están presos y otros se encuentran en el exilio. Deben liberar los presos políticos, a los diputados Juan Requesens, Roberto Marrero, el político Antonio Garbi y otros. Deben regresar los diputados en el exilio Richard Blanco, Ismael García, Juan Pablo Silva, Gaby Arellano, Julio Montoya, Luis Florido, otros. Los diputados que se encuentran como huéspedes en las embajadas, Freddy Guevara, Roberto Henrique, Américo de Grazia, Simón Calzadilla, Mariela Magallanes y otros, deben volver al parlamento. Todos ellos deben reincorporarse con sus plenos derechos a la AN. Igualmente, debe resolverse la situación de los parlamentarios del PSUV, que algunos han desempeñado funciones de gobierno, como es el caso del diputado Francisco Torrealba ex ministro del Trabajo, y hoy jefe de la Fracción Parlamentaria de su partido en la AN, y otros diputados que son miembros de la Asamblea Nacional Constituyente y cumplen doble funciones. Todo es posible con un gran acuerdo político, hecho sin mezquindades, sin reservas, sin odios y pensando en un país que se está cayendo a pedazos y con la familia desmembrada por la diáspora.
El acuerdo de la Casa Amarilla apunta hacia esos objetivos y el Grupo de los 4 (AD, PJ, VP y UNT con Juan Guaido a la cabeza), si son consecuente con lo que vienen planteando, deben entender que la solución de la crisis de este país no la resuelven ellos solos. Estos diez meses demostraron que todos somos necesarios, que los aliados internacionales pueden apoyarte, pero no van a solucionar los problemas de Venezuela, ellos tienen sus propios conflictos a los que deben atender.
@marioevaldez