(30 de septiembre de 2019. El Venezolano).- El clásico argentino entre River Plate y Boca Juniors encenderá esta semana el tramo final de la Copa Libertadores, en medio de fuertes medidas de seguridad menos de un año después de una inédita definición que se mudó de continente debido a la violencia.
El partido de ida por las semifinales del torneo se jugará el martes en el estadio Monumental de la capital argentina, el mismo en el que el año pasado ocurrieron los disturbios que acabaron con jugadores en un hospital y obligaron a suspender el juego.
El encuentro se terminó disputando dos semanas después en Madrid, donde River Plate levantó por cuarta vez el trofeo tras ganar por 3-1.
Para esta ocasión y aunque no haya un título en juego, las autoridades argentinas organizaron un operativo de seguridad con más de 1.000 efectivos en el que cuidarán especialmente el vehículo que transporte a los jugadores visitantes, que tendrá vidrios especiales.
Cerca de 70.000 entradas se vendieron para los aficionados locales por lo que se espera un estadio completo.
Desde la final del 2018, Boca cambió de entrenador e incorporó a algunos jugadores de trayectoria internacional, entre ellos al mediocampista italiano Daniele De Rossi, quien sorprendió al mundo del fútbol al unirse al equipo desde la Roma.