(02 de septiembre del 2019. El Venezolano).- Carlos Santos Györi es un destacado productor musical, multi-instrumentista, ingeniero de masterización de audio y educador musical venezolano. Con base en su larga experiencia en áreas tan diversas como la ingeniería de audio, la composición musical para publicidad y la programación de secuenciadores, Carlos creó Polaris Studios: un estudio con sedes en Barquisimeto y en Miami (EEUU), donde presta servicios a músicos y sellos discográficos en todo el mundo, con un innovador concepto que hace posible el trabajo en equipo entre creadores de música independientes, ingenieros y productores de calidad comercial, independientemente de la ubicación del artista.
Carlos ha producido una gran cantidad de exitosos trabajos de ingeniería y producción de audio para artistas tan diversos como el increíble tecladista de jazz Santiago Bosch, Ben Barbic (sensación de reggae/hip-hop de San Francisco), Santoral (nominados a los Grammy latinos), Psyche Electro-Acoustic Opera y una larga lista de artistas de todo el mundo.
- ¿Has estado trabajando en algún nuevo proyecto últimamente?
CSG: En este momento estoy finalizando la masterización de un par de álbumes de artistas de Khind-of Records, un excelente sello independiente ubicado en Lewiston, Idaho. He estado trabajando con ellos durante algunos años, tanto en los masters como en tareas de edición de audio. El sello cuenta con artistas de diversos géneros, desde Americana hasta Trash Metal y desde Country hasta Psych-Rock. También estoy trabajando con Frank Quintero y, entre otras cosas, en la masterización de su próximo proyecto que promete ser un boom, no solo por la originalidad y versatilidad de su trabajo, pero también porque tenemos el honor de trabajar con canciones del género POP/Rock Latinoamericano, referentes inolvidables tales como Juanes, Alex Sintec, Gean Marco, Miguel Bose y Juan Luis Guerra.
- ¡Ahora estás dedicado a una serie de actividades relacionadas con la música! Pero, ¿qué nos puedes contar de tus comienzos?
CSG: Comencé a estudiar música cuando era un niño, en el conservatorio de mi ciudad en Lara, Venezuela. Unos años más tarde, tuve la oportunidad de recibir clases particulares de piano del profesor Carlos Mendoza, quien era el Director de la Orquesta Sinfónica de Lara y de otras.
En mis primeros años de adolescencia, fui “absorbido” como todos mis amigos por el gusto por el rock estadounidense que estaba surgiendo a principios de los años 90: Alternativo, Grunge, Shoegaze... así que me cambié a la guitarra. Durante algunos años toqué en bandas de varios estilos: rock, pop, funk, tocado la guitarra o los teclados, mientras recibía instrucciones de profesores guitarra. Durante mis veintes, estudié formalmente producción musical en Future Media Concepts (New York) y tuve la gran fortuna de conocer a Tony Socas, un ingeniero de mezcla impresionante y uno de los mejores guitarristas de jazz de América Latina, quien se convirtió en mi mentor en guitarra moderna durante 6 años. Finalmente, comenzamos a trabajar en conjunto en Polaris Studios como coproductores y desempeñando nuestras respectivas labores de ingeniería.
- ¿Cuándo empezaste a sentirte interesado en la producción musical y la ingeniería de audio? ¿Qué te hizo interesarte en estos campos?
CSG: Cuando era adolescente, ya me causaba mucha curiosidad ese sonido “perfecto” de algunos álbumes de estudio y me preguntaba cuál sería la forma de lograr ese sonido en los discos y a quién le correspondía ese trabajo. Además de esto, me di cuenta de que había grandes diferencias en la calidad del sonido y la fuerza entre los álbumes de diferentes artistas. En esos momentos, tuve la oportunidad de asistir a algunas sesiones de producción y le dije a mi profesor de música: «¡Esto es exactamente lo que quiero hacer!”
- En tu opinión, ¿de dónde proviene realmente ese sonido «universal» que escuchamos en los álbumes clásicos?
CSG: El sonido de las grandes grabaciones parte de la propia esencia del intérprete y su capacidad de expresión. Te aseguro que una vez que se tiene el groove de la grabación (la base rítmica), una buena toma vocal o un riff expresivo de guitarra ya es el primer «ladrillo» de una gran mezcla. Todo esto debe suceder en el «lugar» correcto: un buen arreglo que defina la «dirección» de la canción. Luego de esto, ya entran en el juego los elementos que llamamos “las dimensiones de la mezcla”: el balance entre los instrumentos, la EQ, la dinámica, el campo stereo, etc.
- ¿Cuál es tu género musical favorito? ¿Qué estás escuchando en estos días?
CSG: Siempre he sido muy ecléctico en ese aspecto, más aún al trabajar en tareas de producción… siempre trato de escuchar nuevos sonidos y nuevas ideas musicales, así como de analizar más profundamente el sonido de las bandas que ya conozco del pasado. Estos días, por ejemplo, he estado escuchando algunos conciertos de George Benson a finales de los 70 (programas de Musikladen); también, algunos lanzamientos en vivo de Steely Dan y algunos de Fourplay … ¡pero en mi lista de reproducción de esta semana hay cosas tan diferentes como Philip Glass, Aphex Twin o Tool!
Con información de Nota de Prensa