(09 de agosto del 2019. El Venezolano).- En el mercado de Quinta Crespo, algunos comerciantes dedicados a la venta de pollo decidieron colocar carteles con el precio del día y el precio aumentado del día siguiente, pues aseguran que los incrementos de esta proteína animal sube cada 24 horas. El salario mínimo del venezolano, de apenas Bs. 40.000 mensuales, no alcanza para comprar ni siquiera un pollo entero.
“Hoy el kilo de pollo cuesta Bs. 24.500, mañana el precio será Bs. 26.000. Un pollo de dos kilos y medio cuesta hoy Bs. 61.500 y para mañana costará Bs. 65.000. Hemos decidido colocar dos listas de precios para informar a los usuarios los incrementos de precios que tenemos cada día. Los comerciantes tenemos que ajustar según nos ajusten los mayoristas, no podemos trabajar para perder”.
Esta explicación la proporcionó a El Estímulo una de las comerciantes que trabaja en el mercado de Quinta crespo, quien asimismo señaló que tanto el pollo entero como el despresado varía de precio cada vez que reciben mercancía.
Igualmente, los vendedores de huevos indicaron que el cartón de 30 unidades tiene un costo de 38.000 bolívares y el medio cartón lo ofrecen en Bs. 19.000. Ahora también ofrecen presentaciones de 8,6, 4 y 2 unidades, ya que muchas veces los clientes ni disponen de suficiente dinero para comprar el cartón o el medio cartón.
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“Los comerciantes también somos pueblo, todos los días conocemos las quejas de la gente, algunos nos insultan, nos amenazan con mandarnos la policía. Pero al final a nosotros también nos toca comprar la comida con los precios que impone la hiperinflación. Queremos mantener abierto nuestro negocio, pero no es nada fácil que cada vez que recibimos la mercancía, viene con aumentos “, dijo otro de los comerciantes de Quinta Crespo.
Los concesionarios señalan que llevan muchos años trabajando en estas instalaciones, pues son negocios familiares que pasan de generación en generación y llegan a conocer a sus clientes. Pero en los últimos dos años han visto como ya la gente ha dejado de hacer grandes mercados, compran menos y también comen menos.
Aseveran que en el caso de las verduras, frutas y hortalizas, los consumidores ya dejaron de comprar por kilos y ahora adquieren estos alimentos por unidades, como ocurre con las papas, cebollas, tomates y pepinos.