(12 de agosto del 2024. El Venezolano).- Están equivocados. La segunda temporada de El Juego del Calamar no empieza en Netflix en diciembre, de hecho, ya comenzó en Venezuela, desde el 28 de julio de 2024. La diferencia es que, en El Juego del Calamar, nadie sabe hasta el final quién es el que maneja las trampas mortales y reclama las vidas de los infaustos corredores. En esta versión, todos, desde un principio, saben quién es el tirano oscuro que toma las vidas de los participantes en el juego sin piedad. Y en esta versión, los participantes no juegan por dinero. Se juegan la libertad y la vida.
Por Pedro Mosqueda
Hay que prestar mucha atención a las sub tramas, algunas son vomitivas; por ejemplo, el capítulo referido a » Los Alacranes». A veces, las escenas son peores que las del mismo mal. ¡Impactantes!.
Entre las trampas de esta temporada alternativa están.
1. El Laberinto Mortal: Un laberinto lleno de trampas, como suelos que se desploman, paredes que se cierran y pasadizos que llevan a callejones sin salida. A este laberinto se accede a una página web que en estos momentos no abre, la del CNE.
Pero por supuesto que eso es parte de la trampa. En este momento, un equipo de hackers contratados por el Maligno, están trabajando en la página, ordenándola, cambiando la voluntad de los que jugaron el 28 de julio, haciendo una lista negra de los que van a ser «invitados» a jugar.
Esa es otra novedad. No vas por voluntad propia, se aparecen unos tipos vestidos de negro, y te llevan a golpes a una celda, con otros centenares que también han sido «invitados» a jugar.
2.- Sala de los Espejos: Una sala llena de espejos donde los prisioneros deben encontrar la salida correcta mientras evitan trampas ocultas. Antes la llamaban «Sala Situacional», pero los tiempos cambian, el gusto del público también, y a fin de cuentas, si el Maligno así lo desea, pues se cambian nombres, identidades, funciones y resultados. No faltaba más….
3.- Puente de Cristal: Similar al juego original, pero con un giro: algunos paneles de cristal están electrificados. Es decir, si das una respuesta equivocada, viene un tipo alto, enmascardo, moreno, con un acento de isla del Caribe, y te pone un bastón eléctrico, de esos de dominar reos, de amansar detenidos. No te van a matar, necesitan mantenerte vivo para justificar el sueldo. Además, siempre puedes «autosuicidarte» saltando del piso 12 del antro, conocido como «La Tumba.»
¿Hay alguna posibilidad de escapar?
Sí, al principio de la temporada, aparece una heroina, que se alía con un anciano sabio, convoca y moviliza a millones de súbditos del reino que quieren respirar y vivir en libertad, como hace tantos años lo hicieron.
Era una prueba de vida; las víctimas tenían que pagar sus pecados pasados. De allí el juego letal en que quedaron sumergidos o atrapados. No es ficción, es realidad, pasaron por muchas pruebas; casi se vuelven locos. Las sorpresas eran continúas. Todo lo tenían calculado las mentes perversas que a veces parecían infantiles.
La heroina, el anciano, los jugadores «invitados» por la fuerza, y sus seres queridos allá afuera en la calle y en otros reinos de ultramar, vivirán días y noches de dolor, de terror, pero al final lograrán aliarse todos, se unirán, y derrotarán el Maligno, derribarán la fortaleza oscura, y cantarán a la libertad en un amanecer diáfano, transparente.
¡Fueron felices y comieron perdices!
Eso es lo que nos espera en esta temporada, y no hay vuelta atrás…
¡Hasta el final!
Nos vemos por ahí.
Pedro Mosqueda