Tras la segunda vuelta de elecciones legislativas en Francia, el primer ministro Gabriel Attal anunció que presentará su dimisión el día de mañana al presidente Emmanuel Macron, pero aseguró que continuará «desempeñando sus funciones mientras el deber lo exija».
Attal señaló que «no eligió» la disolución de la Asamblea Nacional por la que se convocó a elecciones, por lo que se «niega a someterse a ella». Asimismo, el jefe del Gobierno saliente consideró que «esta noche, ninguna mayoría absoluta puede ser dirigida por los extremos […] así pues, conforme con la tradición republicana y de acuerdo con mis principios, mañana por la mañana presentaré mi dimisión».
La decisión de Attal tuvo lugar a pesar del anuncio que había realizado el Palacio del Elíseo de que Macron esperaría a que la nueva Asamblea Nacional estuviera «estructurada» antes de «tomar las decisiones necesarias». El primer ministro insistió en que, de cara a los Juegos Olímpicos que se celebrarán en unas semanas en París, continuará «ejerciendo sus funciones mientras el deber lo exija».
«Sé que, a la luz de los resultados de esta noche, muchos franceses sienten cierta incertidumbre sobre el futuro, ya que no hay una mayoría absoluta. Nuestro país vive una situación política sin precedentes y se prepara para recibir al mundo entero dentro de unas semanas», continuó Attal, subrayando que ahora el destino de Francia se jugará «más que nunca en el Parlamento».
Asimismo, desde la escalinata del Matignon, Attal felicitó a los 577 diputados recién elegidos, asegurando que todos ellos «representan a la nación», y añadió que el partido Renacimiento, al que pertenece, obtuvo «tres veces más diputados de los que daban las estimaciones al inicio de esta campaña».