(24 de abril del 2024. El Venezolano).- En un entramado legal que ha causado estupor en Venezuela, un joven de clase media, identificado como Andrés Eduardo Gouveia Omobono, ha emergido como el nuevo propietario registral de una finca ganadera en el estado Monagas. La propiedad había sido anteriormente invadida de forma irregular por individuos vinculados al poder, utilizando testaferros para ocultar sus maniobras, indica el portal Ciudad Gotica.
La sombra de la corrupción planea sobre esta adquisición, ya que se rumorea que Samark López, testaferro del exministro de petróleo Tareck El Aissami, ambos detenidos recientemente por un millonario caso de corrupción en la estatal Pdvsa, podría estar involucrado en la trama. Se especula que López y otras figuras de poder caídas en desgracia recurrieron a prestanombres para hacerse con la finca de forma fraudulenta. Sin embargo, más allá de eso, se tejen distintas dudas.
En este escenario turbio, Andrés Gouveia Omobono, un joven trabajador dedicado al fisicoculturismo y entrenador personal en un gimnasio de Caracas, ha sido catapultado a la palestra comercial como el flamante dueño de la controvertida propiedad ganadera. Una paradoja que desafía la lógica y despierta interrogantes.
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