(19 de junio del 2023. El Venezolano).- Hay detrás de cámara un mundo de intrigas y movimientos de piezas que develan, si le metes cerebro, los juegos en que estamos metidos. La idea de la unidad para ganarle a Maduro es demasiado elemental. Por eso no prospera. La realidad, en nuestro caso, supera cualquier ficción.
Por: Kico Bautista
Las declaraciones de Trump terminaron de evidenciar que detrás del G4 lo que había era un cambalache. Petróleo por Miraflores. El plan del Interinato fue un diseño “made in USA”. Respondía a los objetivos de la campaña para la reelección del magnate americano y muy poco a la defensa de la libertad, menos al bienestar de los venezolanos.
Así lo dejó ver el expresidente norteamericano cuando hizo su declaración. Trump, otra vez en campaña, le da continuidad al discurso contra Maduro que tan buenos resultados le dio en Estados como Florida en el 2018. Ademas, revela cuál era su verdadero objetivo al respaldar a Guiado…
«Cuando me fui, Venezuela estaba a punto de colapsar. Nos hubiéramos apoderado de ella, nos hubiéramos quedado con todo ese petróleo. Ahora, se lo compramos al dictador y lo estamos haciendo más rico”.
Entre narrativas
y etiquetas
La narrativa que le aplicaron a Maduro a la que se refería Lula Da Silva era la de Trump. Aun cuanto el mandatario venezolano sobrevivió al plan de los americanos quedó
marcado como un “dictador” tipo Pinochet.
No hay elección en el planeta donde participe un candidato medio izquierdoso que no le apliquen el mismo esquema que expresidente norteamericano utilizó en el 2018: “Si gana Biden terminaremos quebrados como Venezuela”.
Ganó Biden y ni se comportó como un comunista ni los Estados Unidos terminaron en el colapso. Era una gran mentira todo el discurso de Trump. Casi le funciona pero, como las comunicaciones modernas se tratan del manejo de las emociones, así como muchos lo respaldaron, la gran mayoría votó en su contra porque sintió miedo.
El papa de los helados
Recordemos, que la Postverdad se hace popular con la victoria del Brexit en el Reino Unido y con la aparición de Donald Trump como candidato republicano en el 2016.
Trump es el propagador más importante de esta tendencia muy de moda en las comunicaciones que vende verdades como mentiras y viceversa. Sus discursos están llenos de emocionalidad. Según Bill Clinton, Trump maneja los dos grandes miedos de la sociedad americana, la supremacía racial y el anticomunismo. Es un radicalizador y muy a propósito.
Cuando Lula advierte a Maduro sobre la narrativa que le pusieron encima, también le está diciendo que sus actuaciones han contribuido a que funcionen esas etiquetas.
El informe de violación de los derechos humanos de la Comisión de la ONU que presidió Michelle Bachelet o las denuncias que han sido consignadas en la Corte Penal Internacional son el soporte que hace efectiva la narrativa que el Interinato y Trump armaron contra Maduro.
De eso se trataban las palabras de Lula. El problema con las etiquetas es ese. Las víctimas suelen justificar, sin querer queriendo, las cosas que dicen en su contra. Ejemplo de ello, la repetición de las elecciones de Barinas en 2022.
La Alianza Democrática salió muy bien parada en las Megaelecciones. Pero, la candidatura de Claudio Fermín, en tan simbólica elección, se les convirtió en un boomerang. Le sirvió al G4 para confirmar la etiqueta de “colaboracionistas” utilizada en las redes contra sus adversarios. En vez de ayudar a la victoria de la oposición en el Estado natal de Hugo Chávez,cuál Chacumbele, ellos mismos se mataron.
A Trumpazos
Trump vuele a la carga sin importarle para nada el daño que le hace a la reputación de sus aliados en Venezuela. Los deja ver como simples peones en la ejecución de sus planes. Lo que de verdad le interesa al expresidente norteamericano es dejar claro que el tema Venezuela será una de sus principales armas en su camino hacia el 2024.
Si su discurso le hacía daño o no al G4, ese no es su problema. Para el Interinato y sus compinches es una acusación muy fea. Devela sus miserias. Entre la derrota del “mantra”, las acusaciones de malos manejos de los activos de Venezuela en exterior y el desprestigio en que anda el liderazgo tradicional, la situación es como para ponerse a llorar y sin parar.
Varios de los adversarios del G4 cuestionan y, muy duro, la continuidad de su liderazgo al frente de la oposición. Antonio Ecarri los acusa de ser iguales al gobierno. MariaCorina, por ejemplo, ha señalado como uno de sus principales objetivos la sustitución de la dirección de la oposición por una nueva. Si gana la primaria promete dejarlos sin trabajo.
Pena ajena
El discurso de Trump confirma lo escrito por John Boulton en su libro “La habitación donde ocurrió”. El ex asesor de seguridad de la Casa Blanca asegura que Trump llegó a decir que “invadir Venezuela sería muy “cool”. También dijo que nuestro país es en realidad parte de los Estados Unidos”.
Bolton no fue el único que se refirió a la política de la administración Trump hacia Venezuela. Elliot Abrams reconoció que las diferencias que tuvo con el Mike Pompeo fueron determinantes en el fracaso de las negociaciones de Oslo y Barbados. Pompeo se opuso a que se llegara a un acuerdo.
Mike Pompeo en su libro “Nunca cedas ni un milímetro”, una especie de balance de su gestión como secretario de Estado, señaló: “Esperábamos hacerle la vida tan miserable al régimen que Maduro y sus matones, para que tuvieran que hacer un trato con la oposición.” Pompeo también señala: “en varios momentos, el presidente Trump, John Bolton y yo sugerimos la opción militar para Venezuela”
Ex secretario de defensa Mark Esper en su libro “Un juramento sagrado” también hecho su cuento. Escribió que en una reunión entre dirigentes de la oposición venezolana y el para entonces presidente Donal Trump, se discutió la posibilidad de invadir Venezuela vía Colombia o directamente desde los Estados Unidos.
Según Esper, los representantes del G4 respondieron a la propuesta que “Sería más fácil si Estados Unidos lo hiciera por nosotros”. Fue en esa misma reunión donde Trump comentó que Guaidó era un “rookie”.
A confesión de parte
relevo de pruebas
Las declaraciones de Donal Trump no solo confirman lo que ya habían requete señalado varios de sus principales colaboradores. Deja al G4 muy mal parado. Se pudiera decir que nunca le han importado los venezolanos ni su sufrimiento. Que que son, tal cual la etiqueta que les puso el oficialismo: “traidores a la patria”. Pero, ese tipo de narrativas elementales no resuelven el problema de fondo: “¿En la política, vale todo?
Creo que la soberanía es un concepto definitivo. Hemos venido diciendo y desde hace rato, que el plan del G4 se llevó por el medio toda nuestra historia y su simbología. La lucha contra la dominación española se inicia como un reacción a la invasión de Napoleón a España. En su desarrollo pasó, de una especie de guerra civil, a una verdadera batalla contra la dominación española. Esa era la tesis de Manuel Caballero. Lo del G4 tiene sus antecedentes.
En días pasados vi un video del expresidente Alan García donde contaba que en la batalla de Ayacucho, el ejército realista estaba integrado casi que en su absoluta mayoría, por indígenas, campesinos y esclavos peruanos.
Ciertamente hay historiadores que señalan que Bolivar y San Martín fueron financiados por los británicos que estaban enfrentados con los españoles por aquella época. Pero, las batallas por nuestra independencia no las libraron ningún ejército extranjero. Fueron obra de la lucha de los Latinoamericanos y de nadie más.
La patria querida
Tal vez la característica más definitiva de nuestros pueblos es el amor a la patria y la defensa de nuestra soberanía por encima de cualquier otra consideración. Sostiene el periodista Manuel Felipe Sierra que en la historia venezolana todas nuestros conflictos internos, fueron librados por Caudillos, por jefes políticos que no se escondieron detrás de nadie sino que ellos mismos encabezaron todas las revueltas.
La invasión del Falke contra Gómez fue comandada por el propio general Román Delgado Chalbaud. El Carupanazo o el Porteñazo, señala Manuel Felipe, fueron alzamientos inspirados en la revolución cubana. Pero, las intentonas fueron dirigidas personalmente por los dirigentes del Partido Comunista de Venezuela no por Fidel.
Manuel Felipe Sierra cuenta que antes de caída de la dictadura se estaba preparando una invasión contra Pérez Jiménez y el cabecilla de la conspiración era el mismísimo Rómulo Betancourt.
El fundador de AD solía decir: “…Cuando Venezuela necesitó libertadores no los importó, los parió”. Aunque hay quienes lo desconocen, el ejército que liberó a Venezuela es el mismo que tenemos hoy. Puede que muchos o pocos de sus integrantes formen parte de la alianza cívico-militar que gobierna nuestros país, aún así, sigue siendo la misma institución.
Herencia heroica
Bolivar es el Padre de la Patria. Su pensamiento y obra se estudia en la Academia Militar. Ha sido utilizado por Páez, Guzmán Blanco, Gómez, López Contreras, Medina o Pérez Jiménez como imagen o estandarte de sus gobiernos. Se lo han querido apropiar cuando el Libertador está sembrado en la genética de los venezolanos.
Representa la identidad de la República. En su libro “Venezuela Política y Petróleo” Rómulo Betancourt escribió que AD era la continuidad, los herederos de la guerra de independencia. Bolivar no era Chavista ni socialista o algo que se le parezca. Vivió en momentos en que las ideas de Voltaire, de Rousseau eran las predominantes. Marx tenía 12 años.
De manera que es muy lamentable que un sector de la oposición aparezca involucrado en un plan para invadir Venezuela. La soberanía es un principio, una de las clave del pensamiento democrático. Eso no se puede despreciar porque el chavismo la asuma como una de sus principales banderas. En todo caso pasa hacer una fortaleza de su discurso y una debilidad dramática para la oposición.
El nuevo liderazgo debe tener clara su política hacia la FAN. ¿A quien Ivan a disparar los marines norteamericanos a la hora de invadir Venezuela? La migración obedece a problemas económicos. También a la subestimación hacia las posibilidades de Venezuela de salir adelante. Eso hay que corregirlo.
Parte de guerra
Al cambiar el CNE, tal y como se anuncia hoy, se complican las primarias. La situación va a obligar , por la vía de los hechos, a que MariaCorina monte unas carpas en las plazas del corredor electoral y de allí salga el candidato de ese sector de la oposición. Lo más probable es que se fracture la convocatoria y ella gane por forfeit o por aclamación.
Cuando el rio suena…
Por lo que ha venido diciendo Diosdado, el oficialismo debe tener la información de que la señora Machado se va iba a quedar en la consulta a pesar de la participación del CNE, pongan las condiciones que pongan, y así tenga que tragarse todo lo que dijo de las máquinas y desdibuje su supuesta coherencia.
En medio de semejante despelote no nos debería extrañar que adelanten las elecciones para el primer semestre del 2024 o algo por el estilo. Eso está corriendo. En este universo de jugarretas, la unidad no resuelve las complicaciones, solo evidencia la falta de pensamiento y planificación estratégica. Mientras el oficialismo trabaja con escenarios preestablecidos, sus adversarios viven en la luna, en una sola peleadera.
Si de verdad se aspira a dar la pelea en 2024, se debe superar de inmediato esas dos tendencias que estrangulan a la oposición. Los grupos que obedecen a los americanos y los que aparecen muy vinculados al gobierno. La identidad de la oferta de cambio debe ser muy nítida.
Si la oposición democrática quiere aspirar de verdad al poder, debe dejar atrás la discusión sobre cuál es el partido más grande entre los enanos y hablarle al país. Ofrecer un liderazgo con los pies en la tierra. y un discurso convincente. Cero Postverdad.
Capaz de sortear las complicaciones que implican una victoria electoral y sobrevivir a la posibilidad de un conflicto con las fuerzas que le van a quedar al chavismo. Léase AN,TSJ, Fiscalía, medios, PSUV y demás estructuras.
Sorpresa
Volver a la política pasa por dejar de hacer lo de siempre, de ser tan predecibles. La urgencia es sorprender, un plan de vuelo original y propio que tenga como objetivo sacar al país de la crisis y mejorar las condiciones de vida de los venezolanos. Montarse en una emocionalidad positiva.
En los últimos días se ha intentado realizar una reunión entre el G4 y el oficialismo para terminar de resolver el tema de los activos en el exterior, la fecha de las elecciones, las inhabilitaciones y etc. La han ido rodando mientras aparece en el escenario el cambio de los rectores del CNE, una situación de hecho. El nuevo organismo debería tener un rector de la Plataforma Unitaria y otro de las fuerzas democráticas.
El gobierno sigue teniendo la ofensiva. Tania D’Amelio y Francisco Ameliach suenan como posibles presidentes del organismo. Un sector de la oposición promueve que Márquez y Picón renuncien, otro que faciliten el acuerdo con el G4 y dejen el campo abierto.
Lo cierto es que las primarias están a punto de mate lo que pudiera servir para que candidaturas como la del Conde del Guácharo o Manuel Rosales se muevan hacia los sectores D y E que es donde tienen verdaderas posibilidades de crecer. El radicalismo es propiedad absoluta de MariaCorina.
Si las primarias se desbaratan no será culpa de la Comisión de Primarias que mucho ha hecho para poner en orden en medio de semejante despelote.