(25 de mayo del 2023. El Venezolano).- Cuando el poder se emplea confusamente, quizá pareciera, al no experimentarse los efectos inmediatos, que todo se haya hecho oportuna y acertadamente; error craso, pues se generan daños latentes que, a su tiempo, afloran inexorables ya que es de suponerse no estemos a manos de orates, sino de gente que auponemos sesuda; lo que trastorna todo proceso por mucha benevolencia que lo motive, es la actitud arbitraria de sus líderes. Tal fue el caso de la decisión del presidente extinto, quien en 2007 decide, a la cañona, dar por terminados los contratos suscritos durante la apertura petrolera, que se promovió durante el segundo gobierno CAP, cuando se dio participación a empresas internacionales para la explotacón de campos marginales bajo el esquema de contratos de servicios, actividad en la que partcipó Conocophillips, cuyos inversionistas se vieron obligados a “migrar” bajo el esquema de empresas mixtas en términos negociados con el Gobierno, bajo amenaza y/o chantaje de que si no se llegaba a una negociación, entonces, el Estado confiscaría sus activos.
Por: Isaías Márquez
Esto es, entre otras, lo que ocurre con la empresa en cuestión, cuyos activos los adquiere coactivamente, el Estado mediante una expropiación arbitraria, el tégimen en representación de quel, no tiene poder slguno para obligar a “migrar” al esquema de empresas mixtas – un fracaso por incompatibilidad de principios y/u objetivos.
Pese a su silencio, la firma de referencia incoa, desde 2013, una demanda ante la Cámara de Comercio Internacional (ICC, por sus siglas en inglés), donde alega básicamente, violación del contrato suscrito con Pdvsa.
Pero, el 25/4/2014 la empresa gana la disputa contractual. Y, PDVSA debe resarcir a Conocophillips en la cuantía de unos dos billones de USD porque una contratación de tal envergadura no se trata de regímenes cuartelarios, donde sí rigen verticalidades acomodaticias.